27 julio, 2010

Ese pequeño detalle

Lunes, 26 de julio de 2010

A veces, la vida tiene este tipo de cosas. A veces, la gente tiene este tipo de momentos. A veces, cuando menos lo esperas, un detalle que puede parecer insignificante para el resto del universo, hace que la vida parezca un anuncio edulcorado sin escatimar en corazones con alas, música de fondo y un sol luminoso entrando por la ventana.

osos amor

He llegado a casa de trabajar y en la mesa del salón había un paquete envuelto el papel de periódico, con forma rectangular y una consistencia algo flexible. Un destello de intuición me ha sugerido que era un regalo retrasado y he preguntado qué era. Fácil respuesta: “ábrelo”.  Pero su rostro mostraba cierta timidez y ansiedad contenidas, esperando delante de mí a que rompiera el improvisado envoltorio para adivinar la expresión en el fondo de mis ojos. Y… allí estaba, obviamente, un libro.

mundodisco

 

Nadie o casi nadie conocerá el libro en sí. De hecho para mí también era una novedad. El olor a nuevo, las tapas inmaculadas, el lomo sin rozaduras por el uso… Pero no he podido evitar que las pupilas se me dilataran y he saltado a sus brazos como un niño, henchido de felicidad. Un libro. Ese libro. Estoy deseando acabar el que tengo entre manos para empezarlo.

¿A qué tanto alborozo por un libro? ¿Tanto me gusta? No, en realidad la alegría la ha provocado el detalle. Tengo la suerte de estar al lado de alguien que conoce mis gustos. Sabe cuál es mi autor favorito. Lo reconoce entre el montón de libros de una estantería. Reconoce (más o menos) que es un libro que no tengo en casa. Se preocupa de envolverlo para darle más encanto al regalo…

Son esos pequeños detalles que hacen que el mundo sea más grande. Que MI mundo sea más hermoso.

3 comentarios:

Deric dijo...

PERO QUÉ BONITO!!!!!!!!!!
Esos detalles són los que hacen la vida más bonita

Anónimo dijo...

A veces los pequeños detalles son lo más importantes.

Deric dijo...

Sí, son florecitas campestres pero hay gente que las confunde con malas hierbas y las arranca. Yo soy como una de esas florecillas que, a veces, confunden con mala hierba.
Un besazo!