28 febrero, 2007

Papá ingresado. Unos días out.

Martes, 27 de febrero de 2007

Pues sí, de ahí que lleve una semana sin pasar por aquí a quitar las telarañas. Y de hecho tardaré un poco en recuperar el ritmo normal.

Para quien no esté al día (creo que queda poca gente) la semana pasada mi padre sufrió un subidón de tensión que le provocó una hemorragia cerebral interna. Los primeros días suelen ser críticos porque hay que controlar que la hemorragia está detenida y cuáles han sido las secuelas. Parece que todo ha ido bien y de momento sigue el proceso normal de curación. Este proceso va a ser largo y requiere de mucha paciencia, sobre todo por parte del enfermo, pero suele tener un resultado de lo más satisfactorio.

Así que entre el estrés generado estos días y el par de noches que me he quedado a dormir, estoy algo destrozado, pero feliz de que las cosas vayan bien. Además, para moverme con mayor comodidad entre mi casa y el hospital, tengo en mi poder el coche familiar y he descubierto ahora con verdadera razón que me encanta conducir y que cuando tenga que devolver el coche dentro de un tiempo... Ay, qué libertad más absoluta da tener a tus manos un volante y saber que eres tú quien maneja la máquina y no al revés. Pero este tema puede ser una interesante reflexión para otro día.

20 febrero, 2007

Objetivo: Indirectas sexuales 0

Lunes, 19 de febrero de 2007

A ver, que hace demasiados días que no os pongo al día y, pese a no haber importantes novedades, siempre hay algo que contar. Y más cuando he estado unos días de vacaciones... Y en San Sebastián, recargando las pilitas. Una pena que sólo pudiéramos hacer el circuito de talasoterapia, pero no tuvieran sitio para darnos unos masajitos.

En fin, en cuanto a la idea central, va en serio. Seis días de vacaciones, dos de ellos en un hostalito muy mono cerca del centro, sin casi nada que hacer. Y sólo hemos tenido un triste polvo. Y con una tercera persona, claro. Y que localicé yo por internet (lorazain, para quien sepa dónde buscar). Un encanto de tío, morboso, bonita sonrisa, cuerpo interesante y sexualmente... un notable alto, desde luego. En resumen, el fin de semana no estuvo nada mal en casi todos los sentidos.

Casi. Como siempre, yo no puedo estar satisfecho con lo que tengo. Porque digo yo que no debe ser mucho pedir que tu novio siga teniendo algo de interés en mantener una saludable y nunca despreciable relación sexual contigo. A solas. Porque vuelvo a no acordarme de la última vez que lo hicimos. Y odio sacudir mis trapos íntimos, pero quienes me conocen saben que es un tema al que le doy vueltas muy a menudo. Y la opción de la conversación la he tomado muchas veces, pero siempre me lleva al mismo camino sin salida y no estoy dispuesto a pasar por lo mismo. Así que como estoy algo cansado, se acabó hacer esfuerzos. Mi objetivo es que mis indirectas sexuales se reduzcan a cero cuanto antes. Para no conseguir nada, no pierdo el tiempo. Y con esto no quiero decir que tire la toalla, sino que no voy a esforzarme. Tal vez si empiezo a mostrar algo de desinterés o pasotismo, tal vez salten las alarmas y reciba lo que quiero. O conlleve una Conversación (otra más) y saque algo nuevo en limpio.


Aunque la verdad no sé si dejar de hacer continuas insinuaciones acerca de lo mucho que me apetece o lo morboso que sería va a conllevar alguna mejora, porque me temo que no conseguiré cambios aparentes. Y lo que no consigo entender es que no le parezca raro que con cualquier tío medio interesante le apetezca echar un polvazo bien echado y que no se le ocurra que a mí me tiene más a mano, más dispuesto y más deseoso. Que comprendo que no vamos a estar todos los días como conejos, pero el de los domingos, sería típico aunque aún así agradable. Las posibilidades negativas de que haya podido dejar de gustarle, resultarle morboso o cosas peores prefiero no planteármelas, porque aunque parezcan distantes siempre las tengo en mente. Si es una de esas, me lo tiene que decir él, no darlo por hecho yo.


Así pues... a por el objetivo. Aunque eso no quita para que de vez en cuando me de un gustazo puntual, que las tuberías no hay que dejar que se atasquen, jejeje. A ver qué tengo por ahí del emule...

14 febrero, 2007

Tenemos chico nuevo en la oficina...

Martes, 13 de febrero de 2007


Que ni se llama Farala ni es divina. Y cada vez tardo más en actualizar mi blog, vergüenza debería darme. Pero al tema...

Esta semana está de prácticas en la tienda el futuro nuevo muchacho que tendremos para arreglar rotos y descosidos. Un floating, que lo llaman. Un niñito de 22 años, sonrisa fácil y bastante adorable. Gay, claro. Para algo me encargué yo de parte de la selección y me tuve que decidir entre el jovencito adorable, sin experiencia en móviles y cocinero y camarero toda su vida o la lesbiana que había trabajado ya con objetivos, muy motivada y con ganas de mejorar. Fue una decisión dura, pero mis compañeras me animaban bastante con la ingenua idea de que el niño podría ser algo heterosexual. Ja. Como dice el refrán: "Ojo de loca, no se equivoca". Y parece ser que se ha vuelto a cumplir. El sexto sentido ése que dicen que tenemos.

Sigo teniendo alguna duda acerca de si funcionará en una empresa tan dura, tan jodidamente competitiva y cuyo único interés es ganar pasta a costa de los empleados. Vamos, como el 99% de las empresas. Pero los dos días que he estado con él me ha dado buena espina y cuando vuelva del curso de inicio tendré con él una Conversación porque no quiero que al tomar una decisión un tanto tendenciosa (e influida por dos petardas que trabajan conmigo y que tenían una parte íntima de su cuerpo hecha golosinas) pese sobre mi cabeza que elegí a un mal candidato. Ha sido un chico dispuesto, con iniciativa y ganas de aprender. Sonríe mucho y es agradable con los clientes. Vamos, que es un encanto.

Hace años podría haberme colgado de un pipiolo así. Supongo que hace años, cuando él aún no hubiese conocido a su actual novio, con el que convive y del que está terriblemente enamorado. Con traje aparenta buen tipito, y da sospechas de un culo interesante, donde agarrar. Y ya si dejamos que la imaginación vuele... Pero no vamos a entrar en temas escabrosos, que para eso ya hay películas porno. El caso es que tener un compañero así es un problema. O varios en realidad.

En primer lugar podría darse el caso de que el chico se convierta en un objeto de deseo. Y seamos frívolos, un objeto de deseo sexual. Punto. Ese tipo de cosas no son buenas cuando se tienen parejas y más aún cuando no es mutuo. En segundo lugar, se me escapa la pluma con mayor facilidad. Si no es por una conversación un tanto "rosa", es por un chiste entre dos gays graciosillos o porque suena el móvil de la tienda con la canción de Bisbal (cosas de mis compañeras, lo juro), al que odiamos, pero se deja bailar un poco. Tercero, a veces surgen chistes que no todo el mundo puede captar y hay miradas que dicen muchas cosas y que suponen estallidos de risa. Cuarto, no habría tío bueno que no despellejaríamos para repartirnos los pedazos, pobres aves carroñeras nosotros.

De todos modos creo que va a ser un cambio positivo. Creo que empezaba a estar un poco cansado de tener todo mujeres a mi alrededor que pertenecen a un mundo al que me siento ajeno. Y además de que sea un chico, que sea también gay es casi una bendición. Esperemos que no se cambien las tornas demasiado pronto...

09 febrero, 2007

Curiosidades

Jueves, 8 de febrero de 2007

Conste que al fin y al cabo todo puede ser una imaginación de mis sentidos, pero si contamos sólo con mi percepción dado que nadie más puede arrojar luz sobre este asunto, no podremos profundizar más allá (o acá, si se quiere).

El caso es que desde hace tiempo mi señor novio y yo nos habíamos fijado en otra pareja de interesantes maduritos de Logroño. Casualmente en el inicio de los tiempos a cada uno nos parecía interesante uno de ellos, aunque no despreciábamos al otro. El que le gustaba a él me parecía que tenía un aspecto muy serio, con un rostro muy frío y cara de mala leche. Y las orejas muy grandes, qué carajo. Pero bueno, éramos conscientes de que dos hombres maduros, cachas y juntos desde hace mil años o más no se fijarían en nosotros en modo alguno.

Sorpresas de la vida y cosas de una ciudad pequeña, hemos coincidido más veces y el otro día vinieron a la tienda donde trabajo para comprar un móvil (evidentemente). Nos reconocimos, hubo una especie de entendimiento común y la venta se desarrolló con más confianza. De hecho me explayé tanto que dio la hora de cerrar y aún estábamos allí. Tomamos un vino al terminar y la conversación fue curiosa, con algunos tintes picantes al terminar. Ahí quedó todo por el momento. El de orejas grandes no parecía tenerlas tan grandes, sino más bien normales, y tenía una sonrisa atractiva. En resumen, que entendí por qué a Javi le gustó tanto en su momento.

Dos días después me comentó a través de Gaydar (sí, tienen un perfil) que tenía unas dudas acerca del funcionamiento del aparato que habían comprado y que por favor se las resolviese. En mi día libre me pasé por su trabajo (también es de cara al público) y entre consulta y consulta estuvimos hablando un rato. Definitivamente no tiene las orejas grandes. Su novio no estaba (trabajan juntos) y de nuevo la conversación derivó a algún tema sexual general. E hizo un comentario acerca del extraño color de mis ojos. Por lo visto, dependiendo de la luz que haya, son verdes o grises... Eso sí que no me lo habían dicho nunca.


En fin, hoy mismo ha habido un nuevo capítulo en esta historia curiosa. Ha aparecido por la tienda porque tenía un rato libre y estaba mirando tiendas y se ha pasado a ver si podía salir a por un café. Y claro que he salido. Nuevo comentario sobre mis ojos y su color. Coño, ni que fueran objeto de estudio o de tesis doctoral... Ha habido tema picante de nuevo, esta vez más enfocado y casi concretado en un futuro encuentro de cuatro personas adultas para cenar, charlar y un "ya se verá". He vuelto muy contento porque, como he dicho al principio, eran dos personas con las que había perdido mis intenciones hace tiempo y ahora, cosas del vivir, parece que no era así.

Contrapunto: cada vez que le cuento a Javi lo que pasa, se pone un poco celosón. Siempre hace el comentario de que este tipo era el suyo, que yo me quede con el otro. Me hace gracia y le doy un abrazo para que se le pasen los fingidos morritos. No es otra película como la del soldadito valiente, nada que ver. Simplemente es un hombre atractivo, con una atractiva pareja, que puede hacernos pasar un buen rato en muchos sentidos. Y si no ocurre nada, pues mira, ellos se lo pierden, que nosotros merecemos un montón la pena.

¿Pero a que es curioso las vueltas que puede dar la vida?

05 febrero, 2007

Sexo en... qué coño, nada de sexo

Domingo, 4 de enero de 2007

La semana pasada, mi responsable de tienda se compró en un kiosko una de esas maravillosas promociones de lanzamiento de dos libros a un precio ridículo. En concreto eran "El Diario de Bridget Jones" y "Sexo en Nueva York". El primero era el que realmente le intersaba, así que el segundo me lo dio para que me lo leyera si quería. Dado que lo poco que he visto de la versión televisiva era interesante y bastante divertida me animé a cogerlo en los ratos de vacío que abundan en las tardes de invierno.


Para empezar, el libro apenas tiene que ver con la serie. Son los nombres de los personajes y tal vez un poco el estilo, pero hasta ahí. Son conversaciones de la autora acerca de sexo y sus diversas variantes, casi dándote a entender que es lo único que hay en la vida. Sin embargo, a un servidor le gusta el sexo tanto como a los demás, o tal vez un poco más aún, pero no lo tengo todo el día en la boca, o al menos si lo estoy pensando no lo digo. Pero el libro acaba dando una sensación de interés completo y absoluto por el sexo, las experiencias personales y cómo ven los demás esas experiencias. Yo, desde luego, no estoy todo el día reflexionando sobre las implicaciones socio-emocionales de hacer un trío o de la virginidad feminina en los tiempos modernos. Y menos aún con la cantidad de paletos que aparecen a cada página. En la página 80 tan sólo me han parecido graciosas un par de líneas, poco más.


Porque dicen que masturbarse es divertido, pero follando conoces gente. Pero para eso se tiene que dar el caso de que tengas sexo con otras personas diferentes a ti mismo. Pero no voy a entrar a desgranar mis neuras personales en este tema, que son muchas y variadas e implican a una persona que no está al tanto de ellas (en su mayoría). Básicamente me refiero a que el interés por el sexo en la sociedad en la que vivimos es generalizado y bastante amplio, pero no me cabe duda de que se come más con los ojos de lo que se quiere. Sería un poco carca decir que no es interesante el destape que hay desde hace bastantes años en la ropa, bien ajustada, marcando lo marcable y enseñando lo enseñable. Pero en el fondo es una cuestión de seducción sin alcanzar la meta deseada. Es como decir "yo te enseño lo que podría ser tuyo, pero ni sueñes con echarle la mano encima". La ventaja es que se potencia la imaginación y la fantasía, aun cuando dicen que cada vez leemos menos.

Y en las conversaciones entre amigos, el sexo sale, como un tema más. Se bromea, se banaliza, se minimiza... Sin embargo en nuestro fuero interno desearíamos poder satisfacer todos nuestros deseos cuando, como y con quien quisiéramos. Porque el sexo, al igual que el comer, el beber, el dormir, es una pulsión necesaria en nuestra vida, algo que necesitamos de vez en cuando para sentirnos vivos. Se pueden contener durante un tiempo las ganas o la ansiedad, pero siempre habrá algún estímulo que nos hará someternos a los mal llamados "bajos instintos". Mal llamados porque están hacia la mitad del cuerpo, no en la parte baja...

Lo que no sé es qué hago hablando yo de estas cosas si esta entrada no iba de sexo exactamente...