29 noviembre, 2006

Ya están aquíííííí...

Martes, 28 de noviembre de 2006


Van a llegar las Navidades. De eso no cabe duda y menos aún dentro de unos días cuando las ciudades del mundo empiecen a darle al interruptor de encendido para el disparo de salida a la carrera del consumismo exacervado. Consumismo en el que yo participo, para qué negarlo, pero tal vez este año no me sea posible. En el trabajo estamos notando la cercanía de las navidades porque los horarios van a empezar a cambiar. Y para mal, claro.

Es terrible estar cansado y agobiado antes de que los problemas lleguen. Y es algo general. Mis compañeras también están previendo el mes y medio que nos espera con jornadas largas y la tienda llena. Esta mañana me he levantado con ganas de quedarme en la cama y no moverme hasta que se fuera la fría niebla que se arremolinaba en las calles. No como todos los días, no sólo era sueño, era desgana. Desgana porque comienza un sufrido calvario de vida que se resumirá en dormir y trabajar.

La Navidad es una época del año que me gusta. Me gustan los escaparates llenos de luces y de adornos, las tiendas desplegando todos sus productos para atraer nuestra atención. La gente por las calles con las manos llenas de bolsas y los niños pidiendo los juguetes de turno a voces. Y me encanta pensar en los regalos que me gustaría comprarle a la gente que quiero. Aunque ahí suele acabarse la magia porque evidentemente no puedo permitirme la mayoría. Pero soñar es gratis, no? Y se puede soñar con los inacabables anuncios de colonias, los turrones, las películas infantiles y los especiales televisivos. Pero por otra parte son días de reunión familiar y en la mía siempre ha sido motivo de alegría y alborozo. Los pequeños de la casa correteando y dando la vara, los mayores con los mismos chistes e historias de todos los años, las mujeres en un lado, los hombres en otro (tontería absoluta porque cocina/ayuda/recoge todo el mundo)... En estas celebraciones siempre me encantan y aunque con el tiempo son menos habituales por lo que supone de gasto y trabajo en la casa que celebra, las disfruto cada año un poco más. Mi familia materna está unida, con sus rencillas típicamente familiares y también las familiaridades típicas de vernos bastante a menudo.

Este año mi abuelo no se sentará a la mesa con nosotros. No sé lo que nos supondrá a nivel anímico, pero conociendo a mi familia, no creo que nos pongamos muy lacrimógenos. La tristeza se lleva por dentro, pero expresarla en común delante de los pequeños y de mi abuela (que bastante tiene con lo suyo) no sirve de mucho. Sería más bien contraproducente. Pero seguro que todos nos acordamos y le echamos de menos en las fotos. Y cómo chinchaba a su nieta pequeña para hacerla rabiar. Y qué fuerza seguía teniendo en las manos cuando me agarraba para hacer como que peleaba conmigo. Seguro que donde quiera que esté sigue atento nuestros pasos y vela por nosotros.

Buf, van a llegar las navidades. El asunto es cómo terminaré yo tras ellas.

26 noviembre, 2006

Otro fin de semana movidito...

Domingo, 26 de noviembre de 2006



Diría que últimamente no paramos, pero tampoco hay que exagerar. Estamos teniendo, como Javi quería, nuestros fines de semana caseros para recuperarnos de los anteriores. Y por mi parte me viene estupendamente porque no puedo gastar ni un céntimo de más si quiero llegar a fin de mes con algo en la cuenta corriente. Así que este fin de semana tocaba recibir la visita de Charly Brown, de quien ya os hablé hace poco.

Teníamos ciertos miedos acerca de la actitud de Javi hacia la visita. Estaba frío, poco convencido y Charly y yo creíamos que se sentía algo amenazado. Pero en media hora ya estaba en el bote. Porque reconozcamos una cosa, ¿con quién suelo relacionarme yo de una manera más o menos íntima que sea mala persona? Pues evidentemente vosotros lo sabéis mejor que nadie que sois ese tipo de personas. El caso es que este cambio radical de actitud me dejó bastante descolocado. En realidad muy descolocado. Y siendo más sincero aún, me ha dejado ojiplático perdido. y he estado todo el finde con la guardia baja y haciendo el tonto porque no acababa de reaccionar adecuadamente. Así que el Robin niño ha tomado el control y ha hecho de las suyas. He intentado por todos los medios retenerlo, pero es que estaba algo desatado. Por suerte no ha causado ningún destrozo digno de mención, sólo alguna trastada menor.

Mi reflexión acerca de mi reacción y comportamiento tiene un carácter un poco egoísta, pero me puede ayudar a cambiar esas cosillas que tengo pendientes. Supongo que esperaba tener que lidiar con un novio reticente, aunque amable y un amigo muy bien intencionado pero que jugaba fuera de casa. Pretendía tener que controlar la situación y mediar en momentos complicados, silencios absurdos y demás extravagancias de una mente perturbada. Al no ser así, toda la energía acumulada a lo largo de la semana, la preocupación por el qué pasaría y mi manía por tener todo bajo control (o al menos estar al tanto), reventó como una palomita de maíz en un microondas y salpicó todos mis comportamientos.

Tampoco voy a mortificarme con lo que ha pasado. Lo voy a utilizar para seguir conociéndome a mí mismo y seguir mejorando. Mi yo infantil no está eliminado del todo, de hecho no quiero hacerlo, forma parte de mí y de mis encantos. Simplemente tengo que vigilar que no salga de paseo si no va de la mano de mi yo adulto. También tengo que dejar de tener expectativas tan claras cuando no controlo las circunstancias. Todos podemos hacernos una idea de lo que creemos que puede pasar y prepararnos para tal efecto, pero si las cosas no salen así no hay que perder la compostura, simplemente aclimatarse a las circunstancias. Además, ha sido un fin de semana muy interesate, con un conjunto muy agradable y divertido, donde se han mezclado diversos factores que han hecho que me olvide temporalmente de mis problemas laborales, la bronca con mi compañera el viernes, la mala noticia de la entrevista que hice hace poco y los puñeteros horarios navideños (entre otras cosas). Y se acabaron los sábados libres hasta... Buf, mañana será otro día.

23 noviembre, 2006

Un vicio

Jueves, 23 de noviembre de 2006

Bueno, si sólo fuera uno... Pero creo que me he viciado un poco más al juego que tengo ahora entre manos, o al menos me apetece más ponerme a ello que con otros que he jugado aunque me gustasen más. Supongo que pocos lo conoceréis, es el Heroes of Might & Magic V.


Dejando aparte el juego en sí, las razones de por qué me gustan los juegos de rol y estrategia y demás excusas varias, estos juegos enganchadizos siempre consiguen que mis ratos de ocio giren "demasiado" en torno a ellos. Con éste, he tenido que correr para coger el bus más de un par de veces, lo he dejado pendiente y me he ido a trabajar para seguir cuando volviese y hasta me he acostado a horas indecentes por tener una misión especialmente interesante y estar ahí, ahí. Claro, con el consecuente cansancio al día siguiente arrastrando las ojeras hasta el suelo.

Por suerte esto sólo me ocurrió hace dos noches, que debí de caer en una especie de trance y no veía las horas que pasaban. Para suerte mía, mi cuerpo, como casi cualquier otro, tiene una impresionante tendencia a compensar errores fisiológicos y anoche estaba un poco hecho polvo. Me acosté pronto y esta mañana me he levantado como una rosa. Al menos no he ido acumulando sueño día tras día, noche tras noche, enganchado a unos muñequitos que se pelean entre sí y van descubriendo territorio. Si así fuera, sí que tendría un problema.


Además, cambiando de tercio, no puedo acumular demasiado sueño para el fin de semana. Charly Brown viene por fin (no ha habido cambios de última hora) y supongo que el sábado habrá fiesta hasta tarde. Si no estoy despejado, no tendrá tanta gracia...


Y en otro orden de cosas, quien trate conmigo estos días debe saber que los horarios de diciembre del trabajo van a acabar con la salud de todos los vendedores de Phone House, así que si notáis que tengo mala leche, que empiezo a despotricar acerca de mis jefes o que me sale espuma por la boca cuando se me pregunta por el trabajo, casi mejor alejaos en un radio de unos 500 metros a la redonda... Por si acaso... Esta semana me llaman de la entrevista que hice para la fábrica de maderas y sigo con la incertidumbre de lo que sería cómodo y lo que sería lo que realmente deseo. Pero no hagamos planes, dejemos que lo que no puedo controlar fluya...


¿Se me están acabando las ideas? Esto empieza a parecer el diario de una adolescente poniendo por escrito lo que ha hecho cada día. En vez de Cuaderno de Bitácora, creo que lo llamaré "Mi Primer Diario de Barbie". Como escribe alguien por ahí.... "Tíatíatía".

20 noviembre, 2006

Delicioso domingo éste...

Domingo, 19 de noviembre de 2006

Iba yo a hablar esta noche de que mi amigo Gwathadan ha dado comienzo a la partida de Planets, un juego friki, por turnos y bastante incomprensible para casi todos los que no estén dentro de la partida. Pero a lo largo del día las cosas han dado un giro tan interesante y entretenido que voy a dejar el tema para otra ocasión.

Esta mañana, tal y como me había prometido a mí mismo, ha habido una buena sesión de sexo con Javi. Que ya era hora, que más de 10 días sin sexo marital le dejan a uno muchas ganas... Al pobre le dolía un poco la cabeza, pero no lo ha usado como excusa para echarse atrás. Ha habido un poco de todo dadas nuestras limitaciones físicas (no siempre se tiene toda la carrocería al 100%) y me he sentido a gusto como hacía tiempo. Vamos, que miraba el domingo con otros ojos. Mi relación de pareja ha dado un giro de 180º de unos días a esta parte y leyendo mis escritos anteriores, este radical cambio es justo lo que iba buscando. Tengo cariño, tengo sexo, tengo la atención de mi pareja y me lo hace saber... Se podría pedir más, pero sería egoísmo. Y como ya dije, después de compartir tantos malos momentos, va siendo hora de compartir también los buenos, para que este Cuaderno no sea solamente mi muro personal de las lamentaciones.



Y para rematar el día, hemos recibido una propuesta de sexo de un navarro maduro de preciosos ojos verdes que, sorprendentemente, hemos aceptado. Y ¡caramba! Tener dos sesiones de buen sexo le hace a uno sentirse estupendo y más en forma que después de una sesión de gimnasio de las buenas. El tipo en cuestión era ya conocido (juraría que le había nombrado anteriormente, pero no he encontrado nada por ahí) y de conversación agradable. Morboso, divertido, sexual... Tanto Javi como yo hemos disfrutado mucho y posiblemente volvamos a repetir cuando podamos los tres. O cuando nos apetezca. Al fin y al cabo son aderezos para ponerle un poco de relación a lo que ya tenemos, que es lo importante.


En fin, como comprenderéis, después del día tan estupendo que he tenido (sin trabajo, con sexo, con sexo de nuevo, sin prisas y sin obligaciones), era un tanto absurdo ponerme a divagar acerca de las proyecciones personales de nuestras neuras en los juegos de ciencia-ficción. Pero esto no queda aquí, Charly Brown viene el próximo finde y me temo que va a ser muy interesante tenerlo por aquí, mantener conversaciones en directo y quién sabe si podremos pervertirle para alguna maldad. Si te acercas a mi piel demasiado, ten cuidado mi veneno es sutil... ¿Te acuerdas, soldadito?

18 noviembre, 2006

Cambio positivo

Sábado, 18 de noviembre de 2006

Aprovecho un ratito antes de tener que irme a trabajar para poder añadir la entrada del día o posiblemente no lo haga hasta vete a saber cuándo.

Podría haber hablado de lo mosqueados que estamos porque la conexión a internet, más que mejorar al triple de la velocidad, se ha reducido una décima parte. Podría plasmar que en el trabajo estamos mirando los horarios del mes que viene y va a ser el peor diciembre de mi vida (dormir, trabajar, trabajar, dormir). Podría dejar caer unas cuantas cosas más negativas, pero no me da la gana.

No, vamos a empezar a ser un poco positivos y compartirlo con la gente, que ya va siendo hora. Y es que no sé qué ha pasado con Javi que de pronto, sin haber tenido aún la Conversación. Cosa que no descarto, pero de momento aplazo un poco. Hemos vuelto a ser la pareja cariñosa, empalagosa y algo cursi del principio. Vuelve a abrazarme por sorpresa y a decirme que me quiere sin que se lo diga yo primero. Y vuelve a ser estupendo reirnos los dos juntos de cualquier tontería y decirnos otra tontería más justo después. Sé que suena terriblemente pasteloso, un "subidón de azúcar" que diría Charly Brown, pero así están las cosas a día de hoy. Y pretendo que se mantengan, no voy a dejar que baje el listón ni lo más mínimo, jejeje. Sigue habiendo una Conversación pendiente, no lo niego, pero de momento voy a disfrutar de estos momentos y a olvidarme del resto de mi vida.

16 noviembre, 2006

Vivan las largas conversaciones

Miércoles, 15 de noviembre de 2006

Que vivan muchos años. Vivan esas conversaciones hasta las dos de la mañana cuando al día siguiente te toca madrugar. Que duren las charlas con los que son tus amigos pudiendo dejar caer todos los pedazos de máscara que llevas puesta hasta casi sentirla como parte de tu piel. Que no terminen aquellos que te escuchan y te hacen ver su punto de vista para que lo tomes en cuenta, sin querer malinfluirte ni dirigir tu vida.

Gracias a quienes me habéis escuchado y me habéis dejado escucharos largas y emotivas conversaciones. Gracias a Gwathadan, a Charly Brown, al soldadito valiente... Gracias a aquéllos y aquéllas que por el mero hecho de sentirse amigos, de ser importante en sus vidas, han estado cuando les necesitaba. Porque sé que tengo la terrible tendencia a compartir sólo los malos momentos, pero creo que debería empezar a compartir también los buenos.

Gracias. Gracias. Gracias.

13 noviembre, 2006

Limpiando telarañas

Lunes, 13 de noviembre de 2006


Buf, me voy a tener que esforzar al límite para volver a dejar esto limpio e inmaculado, porque han sido demasiados días de dejadez y ni yo mismo me lo perdono. La "excusa" siempre era la misma: cansancio. No se puede pretender estar fresco y relajado, con ganas de escribir, a las dos de la mañana después de un par de horas dándole al juego de turno. Ni unas líneas. Siempre me lo proponía para el día siguiente pero volvía a pasar lo mismo. Así que he tenido que recibir toques de atención ajenos como acicate para no dejar caer en el olvido mi Cuaderno de Bitácora.

Y no ha sido por falta de temas para tratar, que la semana pasada creía que empezaba a quedarme seco. Pero siempre que se dejan macerar un poco las cosas surgen novedades interesantes dignas de comentar. Haré un breve resumen para no caer en los tediosos monólogos que me caracterizan y que a más de uno suelen adormecer. Al menos a mí me aburrirían soberanamente.


Y como dije en la última entrada, tengo nuevo lector del Cuaderno. De hecho ha sido uno de los más aplicados, porque se ha recorrido las líneas una por una de principio a final. Hizo incluso anotaciones para después preguntarme lo que no tenía claro y hemos comentado asuntos pasados que yo tenía algo aparcados en la memoria. Impresionante. Está haciéndose poco a poco un huequito en mi vida, porque de tanto hablar, a días se echa de menos escuchar su didáctica voz aleccionándome sobre la vida y los asuntos mundanos. Y poco a poco va ganando terreno. Pero no tengo miedo ni estoy agobiado. Es una de esas relaciones en las que te sientes arropado, querido, centro de interés, pero que implican también cierto esfuerzo, que hay que cuidar (como todas las demás, evidentemente) con cierto mimo para que no se estropee nada más nacer. Y sin el miedo a que pueda hacer de cuña en mi relación actual y destruirla porque lo respeta y lo acepta como parte de mí, ya que ciertamente es una parte muy importante de mi vida.

Charly Brown (llamémosle así) tiene un cierto don en la palabra que hace que escucharle sea interesante e instructivo. A veces su afán de enseñanza puede causar cierta sensación de "soberbia" en otras personas, pero no es el caso. Tiene una risa contagiosa que explota en sonidos cuando hago algún chiste malo (vamos, casi siempre) y me dirige con cuidado y suavidad por el tema de conversación que le interesa. Y además, para redondear el asunto, tiene un toque sexual muy parecido al mío, haciendo que las hipotéticas fantasías sexuales sean bastante afines y permitan que dos mentes calenturientas viajen juntas.


Y sé que hago un flaco resumen que no define a nadie en concreto y a muchos en particular, pero para empezar no quiero darle más bombo y platillo. Me consta que su nombre aparecerá por aquí de vez en cuando, tal vez dejando algún comentario (que lo dudo), tal vez nombrado por mí como os nombro a tantas y tantos otros. De momento tengo una lista de tareas pendientes:
  • Solucionar un mal rollo con un amigo. Debí hacerlo hace tiempo, pero... ¿Lo arreglaremos?
  • Quedar con la buena de Montse, que ya va siendo hora de que hable ella.
  • Seguir poniéndome las pilas en las tareas domésticas.
  • Empezar a acostarme antes, haya o no haya juego, que luego estoy "derrotao".
Sin prisa pero sin pausa y la primera me corre más prisa que ninguna. Vamos allá.

08 noviembre, 2006

Convivencia en Soto en Cameros

Lunes, 6 de noviembre de 2006

Anoche no pude escribir nada porque estaba más que muerto. Y es que dormir cosa de 4 horas el viernes por la noche y algo menos de tres el sábado aún me está pasando factura, porque uno ya no tiene edad para hacer ciertas locuras, pero sientan estupendamente de vez en cuando.


El fin de semana comenzaba un poco desganado. Sin embargo pronto entramos en la dinámica de cada convivencia, con gente nueva, caras conocidas y buenas expectativas. El que se convirtió en el "mister" del fin de semana llegó de la mano de los amigos de Palencia, que siempre traen a alguno que barre a la competencia. No era un chico especialmente guapo, pero tenía un toque de ternura, una sonrisa atractiva y unos ojos muy expresivos. Interesante, pero la competencia era dura y yo no tenía necesidad de ponerme las garras de tungsteno para sacarle los ojos a nadie. Además tengo la extraña sensación de que se emborrachó un poco con la atención de las multitudes y se dejó caer por aquí y por ahí charlando con la gente y dejándose querer un poco. O eso, o no era consciente de la atención que levantaba y simplemente fue conociendo un poco a todo el mundo que se le acercaba.

Los talleres de la tarde se desarrollaron como se esperaba. El archiconocido y nunca bien ponderado Taller de Caricias tuvo su público, sus reacciones de admiración y reconocimiento... y mis ganas de vomitar escuchándolo al otro lado de la puerta. La excusa de que trabajaba fue ideal para poder saltármelo sin necesidad de levantar más ampollas. Mi taller, de comunicación, no consiguió los objetivos que yo buscaba, influído por la carga emocional que tenía la gente tras las caricias y los toqueteos de dos horas de duración y que el grupo era grande y variopinto. Pero lo importante es que la gente estuvo entretenida y que fue llevadero, tanto para ellos como para mí. Y es que comunicar bien es muy complicado...

La fiesta de la noche fue lo que se convirtió en algo "raro". Ante las expectativas de la gente acerca de la "orgía" que se iba a preparar y los cotilleos del día siguiente, parece que la edad empieza a hacerse notar y en ese sentido la noche fue más bien... sosa. Evidentemente hubo algún momento "buitre" bastante destacable, pero la estrella invitada no pareció darse cuenta (me refiero al "mister" no oficial). O si lo hizo, lo llevó con bastante tranquilidad. Pero el punto más extraño de la noche fue la separación de gurpos que hubo, con el punto común de las edades. En el vestíbulo, fuera de la sala donde se desarrollaba la fiesta, estaban los más jóvenes (en general) consumiendo sus canutillos y hablando de sus cosas. Dentro, intentando bailar y en un plan algo más fiestero los "mayores". La fiesta quedó un poco desangelada porque no había mucha gente ni dentro ni fuera, aunque en conjunto sí éramos unos cuantos. Además hubo un grupo de gente que llegó el sábado por la noche, con lo cual no se integró (ni quiso) con el resto de la gente que llevábamos más tiempo y rompió un poco el espíritu de lo que es una convivencia. Espero que en la siguiente reunión, cuando hagamos la valoración de la actividad, tengamos esto en cuenta para próximas ocasiones.

El domingo, con el paseo por el monte y la lectura de mensajes fue más relajado. Las despedidas se alargaron más de lo necesario en estos casos, pero claro, todo el mundo quiere despedirse de todo el mundo, disimulando para poder llegar a quien de verdad quieren despedirse y decirle algo en privado, pero sin que se note demasiado... Que anda que no se acaba de notar... Por suerte, son esas cosas graciosas que ves desde otra perspectiva cuando estás en casa y te permites una sonrisa de picardía.


Para mí el fin de semana estuvo bien en conjunto. Puedo destacar que volví a confirmar mi idea de que a pesar de una primera mala impresión alguien siempre puede sorprenderte. Fue el caso del "chófer" del grupo de Madrid, que al llegar nos dejó a todos bastante preocupados por su mala leche. Eso sí, a mí me ganó cuando hizo un comentario acerca del "subidón de azúcar" de cierto momento hipertierno de cierta persona que al día siguiente preparaba cierto taller de caricias. Pero fue al día siguiente cuando este madrileño de aspecto alternativo y mirada seria me demostró que te puedes preocupar seriamente por alguien a quien apenas conoces, porque intuyó (aunque era evidente) cierto disgusto acerca de los talleres de la tarde y tuvimos una interesante y refrescante charla acerca de ése y muchos otros temas. Y durante la fiesta, más bien al final, seguimos hablando de más cosas, cosas interesantes que además me hicieron sentir bien, que me hacían ver que nunca se puede pasar desapercibido en un acto social. Para mí fue un fin de fiesta agradable, relajante y satsifactorio, aunque me resulta complicado expresar toda la amalgama de sensaciones. Una convivencia extraña, pero no por ello menos interesante. Han quedado muchas cosas pendientes, asuntos que tal vez se resuelvan en el futuro o tal vez no, pero que dan lugar a nuevas historias. Y como dice uno de los grandes libros de la literatura fantástica: "Esto es una historia que debe ser contada en otra ocasión...". Al menos espero haber ganado otro lector más para mi Cuarderno de Bitácora, que aunque lentamente, sigue llenando sus páginas virtuales con retazos de mí.


Pd.- ¿Demasiado subidón de azúcar tal vez?
Pd2.- Siento el culebrón y la falta de fotos propias, pero el cable de mi camara se ha ido de vacaciones y no lo encontramos por casa. Espero poder actualizarlo en breve.

03 noviembre, 2006

Bloggear o no bloggear...

Jueves, 2 de noviembre de 2006

Algunos días me planteo seriamente para quién escribo este blog, si para mí mismo o para quien lo lee. Si fuera para mí, como un diario íntimo, podría soltarme mucho más y abrir mis pensamientos de par en para para dejar que fluyera en abundancia lo que surgiera de mi abismo insondable. En el caso de escribir de cara a la galería, debería cuidar más mis formas, lo que digo y cómo lo digo. La red de redes otorga una libertad casi absoluta y la posibilidad de que lo lea quien lo desee cierra muchas puertas a cal y canto. Son dos posturas que pese a no ser irreconciliables, sí se tiran un poco de los pelos, porque cada vez que quiero tocar un tema complicado o que me resulta ridículo, pienso en quién puede leerlo y quién no, en quién va a saber lo que quiero decir y quién no, con lo que el mensaje original se contamina y pierde parte de su sentido y pureza.

Sin embargo, pese a que mi primera intención era convertir este pequeño espacio virtual en una isla personal donde depositar todos mis tesoros a salvo de piratas carroñeros, poco a poco yo mismo he sido quien ha dibujado el mapa para quienes sentía cercanos y quería que siguieran siéndolo a través de este moderno medio de masas. Por lo tanto, de forma consciente o insconsciente yo mismo me decanté por un camino del que creo que estoy bastante satisfecho. Hay quien ha comentado alguna vez (un querido, apreciado y sincero amigo) que este blog me separa más que me une a mis amigos, porque me evita tener que hacer llamadas para contar en persona lo que pasa, cómo me siento o cómo me van las cosas, simplemente. Sin embargo yo creo que es un medio más para estar cerca de quien quieres estar y hay que tomarlo como un intermedio, un "mientrastanto" antes de un viaje para verse, una llamada para desahogarse o una caña para echarse unas risas. De este modo ya hay una base sobre la que dialogar y no necesito hacer un resumen de los últimos... 10 meses en algunos casos extremos. Este blog nunca sustituirá un apretón de manos de un amigo, un abrazo en un mal momento y una mirada alegre al compartir una alegría.


De momento creo que el Cuaderno de Bitácora seguirá adelante con más anotaciones. Sigo utilizándolo para centrarme en mí mismo y en lo que me ocurre y ponerlo por escrito para que quede constancia de mi reflexión, muchas veces infantil o inocua, que no lleva a ninguna parte, pero que desnuda otro pedazo de mi alma. O bien, poesías aparte, me permite sacar mis locuras para que en mi cabeza quede algo de espacio para la racionalidad.

01 noviembre, 2006

Día 0, el marcador comienza a correr de nuevo.

Miércoles, 1 de noviembre de 2006

Bueno... Finalmente el día no va a terminar tan mal como yo pensaba. Un día de fiesta en mitad de la semana, una casa patas arriba que convenía limpiar, una relación que parecía que hacía aguas en algunos de sus frentes... Eran los ingredientes ideales para tener una tarde hogareña y matrimonial (en el sentido más despectivo de la palabra). Hemos limpiado baño y cocina, planchado, recogido un poco para satisfacer nuestro pequeño sentimiento de culpa y... hete aquí que se ha producido el milagro. ¡Ha habido sexo!


Así que habrá que poner los contadores a 0 de nuevo para ver si continúa la sequía sexual o bien ha pasado "esa fase por la que pasan todas las parejas". Dudo mucho de lo segundo, pero que me quiten lo bailado. Y no es que haga una marca roja en el calendario, pero es que de la última vez ni me acuerdo... Y eso significa que hace demasiado tiempo.

No voy a desgranar aquí todo el desarrollo del problema desde el inicio de los tiempos hasta nuestros días. Muchos lo conocéis porque he necesitado vuestro apoyo y consejo y a todos os agradezco sinceramente que me sigáis aguantando a pesar de los pesares y de que el tema se convierta en algo más que recurrente. Sabéis que para mí es importante y que aunque no sea lo que centra mi vida, me preocupa seriamente en tanto en cuanto influye en la buena marcha de mi relación. Gracias por los consejos, que aunque parezca que no los tengo en cuenta, siempre aprecio, porque son una muestra de que os importo y os preocupáis por mí. Por tanto también os hago partícipes de las buenas noticias... ¡¡¡Buen sexo para todo el mundo!!! (qué cursi ha quedado, no?)