30 junio, 2006

Jossi & Jagger

Logroño, 29 de junio de 2006


Ayer se cerraba con esta película el ciclo de cine en Logroño. Me habían dicho que era buena y algo dura, con lo que yo tenía algo de miedo de pasar un mal rato con lo que a mí me gusta llorar en el cine... En caso es que la película en sí no es larga (como hora y veinte minutos) y en absoluto es tan dura como yo me la había imaginado.

La trama central está en Yossi y Jagger, dos militares del ejército israelí enamoradísimos, con Yagger (al que se le ve la cara en la foto) guapísimo y graciosísimo y un pelotón a sus órdenes. Verdaderamente me temía que la dureza iba a estar en la situación de ser pareja en el ejército, con esos machos uniformados a tu alrededor, no pudiendo siquiera mirarte... Al final no fue para tanto. La valentía de la película está en mostrar una historia así en el ejército, y en el de un país que no es que se le conozca por respetar los derechos fundamentales de los homosexuales. En resumen: algo sosa para lo que yo me esperaba, pero merece la pena verla. Os la recomiendo. Y si vais acompañados de alguien especial, mejor.


Y en vez de escribir, debería estar preparando la mochila porque.... NOS VAMOS A MADRID!!! Que sí, que sí, que ya lo sabéis. De hecho un habitual de esta sección estará a puntito de coger el bus desde Vitoria para pasar medio día conmigo y luego el bus con nosotros. Y anoche ya concerté una cena. Va a ser una pequeña mezcla y espero que salga bien. Y eso que yo soy de los que critican este tipo de cosas, pero cuando la agenda está llena, se hace lo que se puede. Vamos a cenar con una compañera de trabajo, Conchi, que trabaja en el soporte telefónico a las tiendas. A base de llamar y hacer bromas por teléfono, hemos conseguido una relación más allá de la meremente profesional (qué mal suena esto). Es un encanto y seguro que intercambiamos un montón de cotilleos de trabajo, que luego no me costará nada comentar por aquí. Al fin y al cabo es lo más interesante que nos puede pasar en la tienda últimamente. Lo único que me echa para atrás de estas situaciones es que el teléfono y las conversaciones esporádicas es una cosa, pero verte en persona y cenar una noche es otra. Espero que la magia no se rompa.

Pero anoche, durante mi primera videollamada con mi megamovil, hablando (y viéndonos) con un amigo de Madrid, Nacho "Bambi", parece que va a poder sacar un rato para vernos, que desde que nos conocimos el otoño pasado ha sido imposible. Así que le propuse que se viniera a cenar con nosotros y se va a traer a un amigo. Con lo que vamos a estar: Javi, Arronax, servidor, Conchi, Nacho y su amigo. Lo sé, lo sé, es odioso mezclar a gente que no se conoce de nada porque puede resultar terrible y además el único vínculo de unión soy yo, pero son gente de trato fácil y no creo que haya problema... Y puede que surja la pasión entre los acompañantes... Nunca se sabe, que Arronax a veces es un cagado y el amigo de Nacho no tengo ni idea, pero si hay feeling, tendremos rollo para todo el finde, que anda que no conozco yo a mi vitoriano favorito...

En fin, para terminar os dejo con el vídeo de la canción principal de "Jossi & Jagger". El que la traduzca (sin ayuda) se gana un premio sexual y sensual, jejeje.


29 junio, 2006

Día de Orgullo, día de fiesta

Miércoles, 28 de junio de 2006

Espero que el sueño y la resaca me dejen escribir algo medio coherente. No es que anoche fuera un desfase, pero una cena exigua de catering, vino, una copa y algo de champán no son la mezcla más adecuada. Yo estuve muy gracioso, como siempre que cojo el puntillo, pero la mañana siguiente suele ser algo perra. En fin, las cosas que hace uno con la crisis de los casitreinta.



Pues eso, que ayer celebramos el Día del Orgullo Gay y Lésbico. Es un día que me encanta y no sólo por lo que significa, sino también porque hace que los maris y las bollos de Logroño nos reunamos y se convierta en una especie de encuentro social para vernos, ponernos al día, relacionarnos y a veces ser un poco falsos. Los actos de este año eran bastante simples dentro de lo que cabe. Y desde luego alguno no tiene desperdicio.

Todo empezaba con una charla acerca de lo que era el 28J que nos solicitó un grupo de jóvenes. Se la preparó Fran, nuestro presidente, y no tengo vergüenza al reconocer que fue uno de los peores pestiños que me he tragado acerca del movimiento homosexual a lo largo de la historia. En un pequeño escenario, sentado solo en una silla y con los papeles en las rodillas. Y leyéndolo todo con un tono monocorde que hacía que nuestras mentes volaran a pastos más verdes. En fin, mira que le propuse revisar con él la charla e incluso darla yo si quería, pero no, y así nos ha ido.

Después un grupo de teatro de jóvenes salió con un espectáculo que pretendía ser de drag-queens pero que tendía más al cabaret. No es que animasen mucho al personal (somos gente muy fría, oiga) pero yo valoré el esfuerzo, las ganas y la desvergüenza que mostraron. Aprobados sobre todo porque la idea partió de ellos, no se lo habíamos pedido. Y después se entregó el premio rosa que la asociación entrega desde hace unos cinco años. Esta vez recayó en el Comité Anti-Sida de Logroño (por cierto, SOY SERONEGATIVO!!!) y no sabría daros las razones concretas porque en realidad tuvimos una votación complicada y ellos eran de los "no favoritos" pero como los promotores de los "sí favoritos" no se ponían de acuerdo, se llevaron más votos, aunque no tengamos unas ideas claras de por qué... Tampoco está mal, porque hacen una gran labor y son poco o nada reconocidos. Aplausos y a comer, que era gratis.

Pasé un buen rato departiendo con compañeros, políticos y nuevos conocidos, así que fue una velada agradable. Nos confirmaron una celebración de boda de hace un año (se casaban embarazadas y no era plan de montar una fiesta con la niña recién nacida), intercambié secretos con una amiga lesbiana, tonteé con el chico guapo hetero de los vinos (a todos se nos cae la baba por él y seguimos creyendo que sólo le falta un empujón para cambiar de acera)... Vamos, una noche de esas en las que estoy "sembrao". Volví a casa contento, sin follar, pero aún así contento. Debe ser que la edad me está realmente quitando la libido.


En resumen y fuera de los típicos y tópicos discursos acerca de la importancia del día y las consignas políticas, disfruto más del ambiente festivo y comunitario que otros días. Además ya queda menos para bajar a Madrid y ver qué nos ofrece el fin de semana. Espero que algo bueno, porque el hecho de que mi libido esté por los suelos no significa que me vaya a olvidar del sexo para el resto de mi existencia. No señor, antes me la corto y la envío al Anatómico-Forense para que me la analicen. Faltaría más.

27 junio, 2006

De las decepciones también se vive.

Lunes 26 de junio de 2006

Hoy escribo un poco más tarde, pero es que ayer estaba muerto muertísimo y me quedé tirando en la cama en un dulce y descansado sueño que ha durado hasta hace un rato. Así que todas las incoerencias que diga son culpa de mi somnolencia y del nuevo disco de Tiziano Ferro, que estoy escuchando ahora mismo.


En fin, ayer otra decepción más, aunque era esperada no por ello es menos "dolorosa". Hace tiempo ya comenté que esperaba una llamada de mi "esperanza", pero no di datos y posiblemente os quedasteis un poco con las ganas. Bien, tal "esperanza" es un chico que conocí hace algún tiempo por internet. Divertido, interesante, gracioso, con un cierto atractivo y que parecía interesado en mantener una relación de pseudoamistad internáutica de esas que apenas implican nada pero que suelen dar bastantes satisfacciones puntuales. Después del primer contacto apenas le vi el pelo salvo un par de mails de una línea o dos de longitud. No pasaba nada, borré su contacto del messenger y seguí adelante.

Pero la vida da muchos giros y hace unas semanas, una de esas noches que estoy conectado hasta las mil y media, me abrió una ventana y nos estuvimos riendo hasta horas un tanto indecentes para una persona educada y de cierta posición como yo. El caso es que propusimos vernos más a menudo e incluso cuando bajásemos nosotros al Orgullo, quedar y vernos para comprobar que somos tridimensionales. De ahí mis contínuas decepciones.

Posiblemente la culpa sea mía por hacer "planes" contando con alguien a quien apenas conozco de nada, ni su vida habitual, ni su día a día, ni sus horarios... Sin embargo, cuando te envian un mail diciéndote que te llamarán ese día... Y cuando no lo hacen pero la semana siguiente te dicen lo mismo... Creo que sí, que se puede considerar "decepción" lo que siento. Pero no tanto porque una persona no cumpla con lo que promete, porque hay multitud de circunstancias que pueden evitar que se haga una llamada. Es decepción más hacia mí mismo y hacia la esperanza que pongo en un hecho puntual y casi sin importancia de una persona que puede resultarme interesante, pero desde luego no es ni va a ser el hombre de mi vida...


Esto suele hacerme reflexionar a menudo acerca de los planes, esperanzas y decepciones que sufrimos y sufriremos todos a lo largo de nuestra vida. Muchas veces ponemos nuestros mejores deseos en cosas que podrían considerarse "pequeñas" (una llamada, ver a alguien que nos hace sonreir, conseguir un disco o un libro, ser los mejores en nuestro trabajo) y cuando no se cumplen nuestras espectativas, nos embarga la sensación de tristeza por no haber conseguido lo que ansiábamos con cierta dosis de pasión. Y posiblemente sea ese el problema, que no es sólo que pongamos intención, sino que ponemos pasión. Y en los seres humanos, eso nos pierde. En cuanto hay pasión de por medio (tanto pasiones positivas como negativas), estamos perdidos. Las pasiones nos rebajan a meros seres movidos por impulsos químico-hormonales que pierden parte de su capacidad pensante. Y muchas veces, siendo conscientes de esa pasión, nos dejamos llevar por ella sin importarnos las consecuencias, porque una de las características de los "apasionados" es que se vuelven temporalmente invulnerables, ajenos a todo y por encima del mundo. Si durante ese apasionamiento te fuerzas a ser racional y verlo todo más pausadamente, se pierde gran parte del placer o la sensación intensa. Y muchas veces no queremos, preferimos dejarnos caer en brazos del Eros, el deseo, el placer, siguiendo la terminología de algún filósofo que posiblemente llevará muerto más de 200 años y cuyo nombre no recuerdo ahora mismo.

Las pasiones pueden ser como una droga, por la sensación de bienestar que nos producen. Pero como todas las drogas, tienen el contrapunto de la bajada de la montaña. De estar en la cumbre puedes caer en picado hasta el suelo en apenas unos segundos. Las decepciones que nos vienen de fuera o bien las que nosotros mismos nos creamos. Vemos cómo en poco tiempo, todos los castillos construidos en el aire, todas las sensaciones positivas que nuestro cuerpo repetía como un eco, se convierten en sensación de pesadez y apatía, arrebatándonos las ganas de hacer nada. Porque las pasiones, como las drogas, nos absorben parte de la vida y al irse, se la llevan con ella, dejándonos el penoso camino de regenerarnos y cubrir los huecos con parches para que no se nos siga escapando el alma. Y tampoco queremos ser racionales en estos momentos. Muchas veces preferimos dejarnos arrastrar por la marea de la desazón y la autocompasión, sin hacer demasiado esfuerzo por seguir adelante. Por suerte, la Naturaleza es sabia y poco a poco la sensación suele diluirse y volvemos al estado mental habitual (lo cual no es necesariamente bueno).

En fin, yo he decidido forzar este último paso y no quiero caer en la facilidad de mostrarme triste y cariacontecido por algo que tiene tanta importancia como el derribo de un edificio viejo en la provincia del sur del país de Uzbekistán. Además, este fin de semana pretendo pasármelo de miedo en el Orgullo y quiero seducir a alguien y que nos lo llevemos a la cama para poder contaros luego toooooooooodos los detalles. O al menos eso espero.

Pd.- ¿No sería más adecuado que pusiera menos letra y más dibujos? Creo que se hace un poco pesado de leer tanta tontería y desvarío mental, no?

26 junio, 2006

Volviendo al mundo real.... hasta el martes!

Domingo, 25 de junio de 2006

Ante todo, gracias a aquellos que de un modo u otro me habéis demostrado vuestra preocupación por mí y por lo que me ha ocurrido esta semana. Estoy bien, de verdad. Mi período de transición es mucho menor que en el caso de mi madre y sus hermanas, con lo que para mí mi abuelo está ahora mismo donde quiera que se encuentre tranquilo y descansando, tomándose unos vinos a nuestra salud. Gracias de nuevo a todos.

La verdad es que he pensado en muchos temas este fin de semana para poder tratar aquí, pero según se me ocurría uno nuevo, los anteriores se hacían menos importantes y ahora mismo no sé con cuál quedarme. Porque si los comento todos, posiblemente me pase del límite de tamaño total del blog. Así que....


Ya me lo han dicho dos personas, una esta misma noche. Se me nota distante desde hace un tiempo. "Y eso en ti es como pasar del día la noche". Qué cosas tienen algunos. Pero es algo de lo que estoy siendo vagamente consciente y parece que es como si no quisiera darme cuenta. En general en mi día a día, con la gente que trato habitualmente no estoy notando ese cambio. Es más, siento que mi relación con Javi está pasando por uno de esos momentos dulces en los que todo va maravillosamente (dentro de lo que se puede esperar). Así que el cambio es más marcado con la gente que estáis fuera. Cabe la posibilidad de que con la gente a la que puedo ver y tocar y que puede verme y mirarme a la cara, con esa gente me ponga inconscientemente una careta y finja una normalidad que en realidad no siento. Espero que no sea así, porque no es exactamente lo que me gustaría.

Por otro lado y supongo que debido a mi formación científica, no saber por qué me está ocurriendo algo me extraña y me lleva a una investigación interna de alto nivel. Pero en este caso concreto no me estoy esforzando demasiado. El hecho de que me lo hayan dicho dos personas, una que me conoce bastante bien y otra que no me conoce desde hace mucho pero que tiene gran intuición, ha levantado alguna que otra alarma, al menos de esas que te hacen alzar una ceja (si supiera hacerlo). Tal vez tenga que ponerme manos a la obra cual escuadrón de CSI con todas las pruebas y componer el puzzle de mi vida de nuevo.


Creo que puedo determinar el momento del cambio, al menos con bastante certeza. Me parece que fue el día de la Conversación con Javi después de volver de Santander, no sé si os acordáis... Sin embargo, no fue diferente de otras Conversaciones anteriores en la misma línea de las que había salido más indemne. Tocado, pero sin estas consecuencias y menos tan a largo plazo. Ojo, que tampoco es que me importe, porque es una fase un tanto más madura de nuestra relación, más si cabe teniendo en cuenta que en breve pueden cambiar los acontecimientos y tomar un nuevo rumbo. Pero si eso implica un distanciamiento del resto del mundo... No sé, no sé, habría que valorarlo porque seguro que hay un punto intermedio.

El caso es que aún es pronto para hacer una acusación en firme y llevar a mis subconsciente a juicio, con lo que dejaré que la vida fluya un poquito más, que los acontecimientos a mi alrededor se estabilicen (que vaya mesecito llevo) y una vez pase el tornado y vuelva la apacible rutina, cabe la posibilidad de que se aparten la nubes y el sol brille claro y luminoso. O tal vez deba seguir investigando, pero tendría que llamar a un ayudante, no creéis?


22 junio, 2006

Siempre se van los mejores

Miércoles, 21 de junio de 2006

Una frase un tanto manida, pero que cuando te toca, comprendes en toda su magnitud. Y no es sólo por querer engrandecer la memoria de la persona que nos ha dejado, sino porque realmente creemos que esa persona era buena, muy buena, mejor.

He de reconocer que la relación con mi abuelo, como la de mucha gente, ha tenido mis más y mis menos. Mis abuelos maternos siempre han sido cercanos para nosotros, porque son de un pueblo cercano (Arnedo, a unos 50 km) y porque la sensación de familia en la rama materna, siempre ha estado muy presente. En verano, prácticamente todos los domingos íbamos a Arnedo a comer a la pequeña huerta que tenían. Recuerdo el calor, las caminatas por el monte cercano, los postres de mi abuela (esa natilla en la que casi se podía dejar clavado el cuchillo), el rancho con caracoles, los ajos y las cebollas asadas a la brasa... Cuando nos íbamos a la playa, siempre venían con nosotros, convirtiendo esos días en la típica escena de matrimonio con hijos y abuelos buscando un sitio donde clavar la sombrilla, con helados al atardecer en el paseo marítimo, con una moneda de 100 pesetas de paga para mí y para mi hermano. Son dulces recuerdos que no olvidaré y que no los estoy desdibujando por la sensación de pérdida, sino que realmente eran así y ciertamente lo disfrutábamos, todos.

Crecí. La adolescencia te aleja de tu niñez y en parte también de tu familia. Dejé de ir los domingos a comer al pueblo en verano, los últimos años ni iba con ellos en vacaciones, pero no por algún problema familar, sino porque yo prefería estar con mis amigos y tanto mis padres como mis abuelos lo entendieron y lo respetaron. Comprendían que formaba parte de mi desarrollo el desapego familiar, que no la desunión. En aquella época empezaron los cumpleaños de toda la rama materna que vive en Logroño. Generalmente unas 15 personas entre hijas, maridos y nietos. Cenas que, como en Navidades, eran pura diversión y alegría. No he conocido cenas con menor cantidad de malos rollos familiares. Posiblemente podríamos haber protagonizado algún anuncio ñoño de champán o turrones, pero me sentía integrado, querido, parte de la familia y feliz de serlo. Cuando mi abuelo empezó a estar peor y dejamos de celebrar los cumpleaños, los echaba mucho de menos y los sigo echando. Espero que los recuperemos algún día.

Hace cuatro años comenzó el largo camino que esta noche ha terminado. El diagnóstico del cáncer recuerdo que me dejó un tanto descolocado, porque era una de esas enfermedades que les pasan a otros, no a tus familiares. Y menos a un abuelo que con 85 años ha estado toda su vida trabajando y llevando su huertita, ayudando a su mujer... En fin, todo un luchador. Te das cuenta de que es una enfermedad injusta, pero te haces a la idea de que por mucho que rabies va a seguir estando ahí. Pero aún así mi abuelo no dejó de ser luchador. Cuando parecía que estaba todo perdido y que casi no se podía hacer nada, una recuperación que casi se puede considerar milagrosa (aunque todos creemos que el hecho de que mi abuela estuviera a su lado muchas horas fue un importante factor) le sacó adelante, no bien, pero adelante. Han sido cuatro años de muchos médicos, intervenciones sencillas para desobstruir los canales taponados, cambios de medicación contínuos...

Esta última fase fue un nuevo reacercamiento. Pasaban algunos meses en casa de cada hija y cuando lo hacían en la mía, pese al evidente engorro de tener a dos personas más en casa y tener que ceñir tus horarios a los suyos, consiguió que retomásemos una frágil relación de abuelos-nieto que no por leve era menos interesante. Hablábamos poco y desde luego no entrábamos en profundidades, pero me hacía recordar esa sensación de familiaridad, de grupo, de cosanguineidad. En sus comentarios acerca de lo importante de la unión de la familia, de no discutir con mis padres, se formaba un entendimiento un tanto sobreentendido que no necesitaba palabras muchas veces, que permitía la libertad de hacer lo que la otra parte quisiera sin dar explicaciones, sabiendo que tampoco iba a obrar mal. Me veían entrar y salir, tornar, hacer y deshacer, pero sin cuestionarme nada. ¿Dónde vas? A hacer unos recados, yayo. Ah, vale, ya volverás. Y ya estaba, todo dicho sin decir.

Ahora está descansando. Los últimos días con los cuidados paliativos han evitado que sufriera innecesariamente, pero aún así era consciente de que se iba, que nos dejaba. No tenía cosas pendientes, pero supongo que nos ocurrirá a todos, siempre te queda la duda de qué pasará cuando yo no esté. Desde el lunes estaba sedado y hoy mismo me he acercado antes de comer a despedirme. A hacerlo real, a decirle adiós, o hasta luego. Al menos he podido hacerlo. Le he dicho que descansara, le he acariciado. Decía el médico que escucha lo que se le dice, que los sentidos siguen alerta (más o menos) y por eso es bueno hablarle, decirle que llegas, que te vas. Eso he hecho. Así que estoy satisfecho de haberme despedido aunque no me haya contestado.

Descansa por fin. Reposa por fin. Está tranquilo por fin. Yayo, te vamos a echar de menos, pero ahora que puedes, donde quiera que estés, tómate unos buenos vinos a nuestra salud y échate una partida de cartas con quien se anime. Nos veremos pronto, o tarde, o cuando sea. Soy de los que creen que tras la muerte hay algo más, que no somos sólo un conjunto de reacciones químicas que en un momento dado dejan de llevarse a cabo. Se puede llamar como quieras, pero en mi interior algo me dice que la muerte es sólo un paso a otro nivel, un escalón más en una escalera que no se sabe de dónde viene ni a dónde va. Mi abuelo lo ha dado esta noche y ahora puede por fin descansar. Amen.

21 junio, 2006

Comienza nuestra semana del 28J

Martes, 20 de junio de 2006

Ya está, hemos comenzado con los actos del 28J, eso sí, con más de una semana de antelación. Si ayer teníamos la rueda de prensa, hoy se trataba de una charla acerca de la transexualidad. La daba, evidentemente, una chica transexual de Madrid llamada Claudia.



Dado que tenía el día libre, me ofrecí a ser el acompañante de esta chica por Logroño para que no tuviera que quedarse sola en el hotel. Habíamos quedado para comer con el presidente y nuestro secretario contratado. Vaya cuatro patas para un banco. Pero ha estado bien. Una chica muy natural, muy ilustrada en el tema que nos ocupaba y muy interesada en conocer la realidad de nuestra asociación en un comunidad autónoma como La Rioja. Mis miedos/preuicios iniciales por encontrarme cara a cara con una persona transexual se han volatilizado rápidamente. Ha sido una comida muy interesante y entretenida. Justo al acabar, se han apuntado al café unos chicos de la mesa de al lado que conocían a nuestros acompañantes. Uno de ellos, un niñito de 17 años llamado Javier se ha apuntado al paseo por Logroño que yo iba a darle a Claudia. Así que otras tres patas para un banco. Pero he de reconocer que me ha gustado el paseo.

Mi contacto con el colectivo transexual era, como le pasa a mucha gente, casi por completo nulo. En algunos encuentros podía haber coincidido con alguna persona trans, pero era algo distante y más bien por compromiso como mucho. Y aún así totalmente superficial. El contacto con Claudia me ha abierto los ojos a otra realidad ajena completamente a mí, pero no desde luego a mi condición de militante activista. El sufrimiento de una persona atrapada en un cuerpo que desde luego detesta y rechaza puede ser la peor de las cárceles por las que se puede pasar. Entender el largo proceso hasta la reasignación de tu género para que se corresponda con lo que verdaderamente sientes, con lo que tú eres en esencia, tiene que ser uno de los traumas más duros que se pueden llegar a soportar en esta vida. Han sido y siguen siendo un colectivo olvidado, que ha trabajado muchas veces mano a mano con las asociaciones de gays y lesbianas apoyando todos sus proyectos y tomándolos como suyos. Sin embargo ahora, con una Ley de Identidad de Gérero en puertas, se sienten solos y abandonados.

El colectivo homosexual no incluye a los transexuales dentro de sus filas porque son "esos de ahí". Muchas veces puede ser por falta de representación, pero otras es por segregación pura y dura. Se han quedado solos y solas con sus reivindicaciones, teniendo que batallar con los mismos enemigos que nos tocaron a nosotros el año pasado y que son tan duros como inacabables. Y sabiéndolo, preferimos seguir bailando y celebrando que llevamos un año con el derecho a casarnos en la mano, olvidándonos de todo lo que queda por hacer más allá de nuestro círculo. Les hemos relegado a un oscuro rincón de nuestro recuerdo, sólo iluminado cuando aparece alguna noticia benefactora en alguna publicación. Triste...

De todo esto he sido consciente hoy al hablar con Claudia, una mujer dulce, inteligente y de buen trato pese a ser físicamente una mujer sólo desde hace unos meses. No sé cuánto me durará el impacto, pero tengo claro que lo que se me ha quedado grabado, la idea fija que no va a borrarse, es que no por mucho luchar contra un monstruo terrible nos convertimos en héroes ni defensores de la virtud. No hay que olvidar los monstruos contra los que luchan los que están a nuestro alrededor, que son tan héroes como nosotros, y que si luchamos a su lado, habremos aportado algo más de libertad a esta sociedad que tanto nos constriñe y nos discrimina.

20 junio, 2006

Día a día, paso a paso

Lunes, 19 de junio de 2006

Y tras mucho sufrimiento y algo de miedo, la selección española volvió a demostrar que cuando le da la real gana, puede ganar. Menos mal que no me gusta demasiado el fútbol, que si no es probable que sufriera del corazón. La ventaja del partido de ayer fue que tuvimos poco trabajo antes del cierre, aunque tampoco nos quedamos solos. Curiosamente, había sobre todo mujeres haciendo compras... Qué raro, verdad?


En fin, paso a paso. A Javi le llamaron sus padres, que tras charla con el hijo mediano (les debió dar algo de caña) han expresado su necesidad de tiempo para asumirlo poco a poco, pero dejando la puerta abierta y eso es importante. Javi estaba más relajado, menos agobiado. Todo va según los cauces que estas situaciones imponen. Habrá tensiones, dudas sin resolver, pero es evidente que llegará a buen puerto para todos.

Por otro lado y sin que sirva de precedente, mi "esperanza" de la semana pasada ha dado señales de vida. Bueno, incluso con foto para excusarse por el plantón. La foto en cuestión (está algo borrosa) creo que es un diente roto o arrancado al lado de una moneda de un euro, de tamaño similar. Por lo visto es la excusa oficial y de momento voy a creerla, no me queda más remedio. Otra cosa curiosa es que me ha escrito en lunes, como la última vez. ¿Será que sólo escribe los lunes? Curioso. Veremos si puedo concertar una cita en Madrid y verlo en persona, aunque lo dudo mucho. Además, seguro que si quedamos, algún vitoriano salidorro se lo llevará de calle con su habitual desparpajo, jejeje.

La nota negativa está en la inminencia de la muerte de mi abuelo. Ayer mi madré llamó al trabajo y por poco me da un vuelco el corazón al reconocer el número. Sin embargo sólo quería avisarme de que habían ingresado a mi abuelo. Lo van a sedar en el hospital. Por lo visto los dolores son tan fuertes que los tratamientos paliativos en casa ya no son suficientes. Lo más probable es que nos deje esta semana. Todo está en el aire y pese a que llevámos mucho tiempo con la idea clara, cada vez que suena el fijo de casa nos alteramos todos por si es la fatídica llamada. Pero por otro lado y siendo realistas, ese día mi abuelo descansará por fin. Está siendo un camino muy duro para todos, pero es él quien siente los dolores, quien es plenamente consciente de todo lo que sucede a su alrededor, quien está preocupado por lo que pasará cuando se vaya... Así que no vamos a ser alarmistas y dejemos que el momento llegue cuando llegue.


Un día sin más, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Y hoy... esta noche os cuento.

19 junio, 2006

Toda larga caminata comienza con un paso

Sábado, 17 de junio de 2006

Eso dice el proverbio... chino? Y Javi ha dado el primer paso de su larga y dura caminata a la salida pública (más o menos) del armario. El sábado, después de comer y con sus señores padres en el salón, mi novio ha decidido soltar la terrible noticia. Que es gay (por si alguien no lo sabía).

No me había dicho nada para no preocuparme, lo ha medrado solito y yo no sabía nada hasta que a eso de las cuatro y algo me llamó bastante hecho polvo. Yo iba camino del curro, pero nos vimos en un sitio intermedio y me lo fue contando. Muy valiente por su parte. Después de comer les dijo que tenía que hablar con ellos y debió soltarlo de golpe, sin anestesia y sin avisar: soy gay. Sobra imaginar que la reacción no ha sido todo lo positiva que se podría desear. Por su parte no ha sido tan dramático como creía (esperaba una terrible reacción en cadena de desesperación, gritos, llantos...) pero, como siempre, no ha sido plato de buen gusto. Su padre ha empezado a soltar juramentos y su madre a atar cabos y pequeños detalles. Ella, como siempre, ha llevado el peso de la conversación, como señora de la casa que es, como mujer que lleva los pantalones en una familia compuesta completamente por hombres. Se ha preocupado mucho por el qué dirán y qué pensará la gente. Javi le ha contestado (obviamente) que lo que piense la gente es lo de menos. También le ha dicho que llevamos juntos casi 5 años y que tenemos intención de vivir juntos (lo cual SÍ es un avance en nuestra relación). En cuanto ha notado que iba a derrumbarse (tensión de toda la semana, situación complicada, sentimientos a flor de piel) se preparó para marcharse y les dijo que les dejaba solos para que lo fueran asimilando y que le llamaran cuando quisieran, que les daba todo el tiempo del mundo. Para su sorpresa, su padre dijo que no era necesario que él (Javi) dejara de llamar como hace hasta ahora. Vamos, que no le echan de la familia ni nada.

Después de contármelo se relajó un poco. No va a ser una situación cómoda para él, pero sobre todo porque se siente culpable por el mal trago que está haciendo pasar a sus padres. Internamente sabe que era algo que tiene que pasar y que desde luego no es malo ni pernicioso para él y/o sus padres, pero que era un trámite necesario. Necesario porque sus padres (y él mismo) tienen derecho a hacer presente esta parte importante de su vida. Cuenta con el apoyo de sus hermanos, que lo saben, le respetan y le apoyan. Eso es importante. Por mucho que yo pueda ofrecerle, esto es algo interno a nivel familiar. Que sus hermanos sean un puntal es importante, porque así toda la ayuda no viene de fuera.

Y la obsesión de su madre es el qué dirán, no si es feliz, si se siente bien, si afecta al resto de su vida... En fin, es la reacción típica de una mujer de pueblo pequeño, con lo que no hay que echarle nada en cara. Poco a poco irá calando en ella el verdadero sentimiento de que es su hijo y que eso es lo más importante, no lo dudo. Hasta entonces será un pequeño baile de tiras y aflojas, preguntas extrañas y respuestas complicadas, algo por lo que todos los que lo hemos dicho abiertamente en casa hemos pasado y ahora nos puede parecer tan lejano. La ventaja es que si ambas partes tienen verdadera intención de comprenderse o al menos sobrellevarlo civilizadamente (y me consta que éste puede ser el caso), todo se irá haciendo más natural poco a poco. Yo estaré al lado de Javi apoyándole cuando no todo vaya bien y felicitándole cuando haya algún avance.


Desde mi egoísta punto de vista, este importante paso es un trecho más que me acerca al escalón (duro y complicado, pero deseado) de vivir juntos. Nunca se sabe, puede que me mude este mismo verano, pero todo se verá dependiendo de cómo se desarrollen las circunstancias. Ahora es cuando podemos empezar a planearlo en serio, con calma y como posibilidad real. Sé que va a ser un esfuerzo enorme para él y desde luego no es mi intención menospreciarlo. También es una forma de militancia, de reivindicación. Javi ha declarado a sus padres que su forma de vida, su afectividad es la que es, sin más. El camino a la normalización social pasa, como siempre por pequeños momentos personales, que redundan en un bien común, aunque no lo podamos ver. Y, coño, que es Javi, que es importante para mí y para nuestra relación.


Por cierto, aparte de que nadie se ha dado cuenta de los pequeños retoques de diseño, me doy cuenta de que me enrollo como las persianas. Espero que no os importe...

17 junio, 2006

La Ley de Murphy vuelve a la carga

Viernes, 16 de junio de 2006

Terrible sensación donde las haya. Tras sendas conversaciones con mi jefa y la jefa de mi jefa es evidente que o bien doy un giro a mi momento laboral o mejor lo dejo todo y me busco la vida donde sea. Como hoy por hoy mi sueldo sigue pagando las facturas, el gimnasio, mis caprichos y demás parafernalia consumista, creo que no me despediré por el momento por muy negativo y cansado que esté. Vamos, el ciclo de siempre.

La encargada de zona, durante nuestra conversación sugirió que va a crearse un puesto nuevo, Assitant de Seguros de División. ¿Qué es esto? Pues que toda la franja norte tendría un responsable del Departamento de Seguros para llevar los resultados, incentivar, controlar las ventas, proponer sugerencias... Sería un cambio de aires, desde Galicia hasta Barcelona. No lo sé, estoy aún planteándomelo porque el puesto no ha visto la luz (pero corren rumores de que va a ser este mes). Imprescindible buenos resultados de los candidatos en ventas de seguros. Así que como posibilidad de cambio y como forma de autoincentivarme, ayer me puse "agresivo" y ofrecí de todo a todo el mundo. Y la gente fue picando (tampoco fue maravilloso, pero no hice un mal día).

Pero como siempre, Murphy ataca de nuevo. Yo recién salido de mi apatía, yo figiendo enormes sonrisas con todos los clientes, yo atendiendo como si fuera el rey de la barraca, topé con la horma de mi zapato. El cliente al que voy a entregarle un teléfono de portabiliad (cambio de compañía para los legos) y estaba muy contento con el trato recibido. Todo perfecto: sonrisas, bromas, buen rollito... Me deja un teléfono viejo y yo con mi táctica habitual le ofrezco hacerle el descuento en el seguro, para que se lo lleve sin más tardanza. Ay de mí, qué cambio de actitud. El hombre por lo visto, se había empollado de Pe a Pa la revista y me dice que entonces es publicidad engañosa lo que ofrecemos del descuento por el terminal viejo. Yo, no quierendo dejar escapar un seguro tan claro, le explico que el descuento lo tiene, pero en el seguro, pero si no le interesa, pues que no deje el móvil viejo. Desde estafadores, engañosos, quejas... Me puso a parir, pero yo me mantuve firme con un intento de amabilidad y siendo claro. Incluso le indiqué el número de teléfono de atención al cliente, dejándole claro que lo que le dijeran allí, iría a misa (sabiendo que le prometerían el descuento en su teléfono recién comprado, no en el seguro). Se marchó asegurando que removería Roma con Santiago, pondría quejas en todos los sitios y vete a saber qué más historias.



Jarro de agua fría, pero aún así había que mantener el tipo. En menos de una hora, mail de mi jefa de zona reenviándome la versión del hombre en Atención al Cliente. Vamos, poco más que le puse una pistola en la sien para que cogiese el seguro... Además, después de mirarme tres veces la chapa con el nombre, les dijo que le había atendido un chico de ojos claros y que se apellidaba Herrero. Vamos, se había fijado bien el tipo. Di mi explicación de los hecho y mañana el hombre volverá a que le hagamos el descuento pertinente (cosa que me parece perfecta, pero ojalá el móvil le dure menos que unas bragas de caramelo en pleno agosto). Y ya veremos si la cosa no llega a mayores.


A ver, para qué cuento esto. Primero, para desahogarme, porque la situación es y va a ser incómoda y no sé qué consecuencias me traerá. Estoy tranquilo, no se me va a despedir, pero aún así sigue siendo incómodo. Segundo, para dejar claro que muchas veces la presión de las empresas del tipo de la mía hace que nos tengamos que inventar unas tácticas que distan mucho de ser éticas y menos aún legales para un cliente quiquilloso. La presión, en mi caso, para vender seguros, hace que casi tengamos que metérselo al cliente por los ojos, con el miedo de que a su terminal le pase algo, que si se lo roban, que es poco dinero... Y por fin mis más terribles temores se han cumplido, porque alguien nos ha pillado la trampa y ha montado jaleo. Todo por intentar complacer los objetivos de mi empresa cueste lo que cueste...

15 junio, 2006

Dos rotos y un descosido

Miércoles, 14 de junio de 2006

Dos rotos, como se lee. Es como si hoy tuviera la negra. Y de la forma más tonta.

El primero, después de tomar algo en una terraza y resulta que me había hecho un siete a la altura del culo... y encima sin llevar ropa interior! Bueno, poniendo la bandolera en la posición adecuada se disimulaba parcialmente. Joer, pantalones comprados hace un par de meses y que apenas he estropeado... Menos mal que tengo una madre que es una artista de la aguja y el hilo y parece que podemos hacer un apaño.

El segundo. En casa de mi tía, donde ahora mismo están mis abuelos (mi abuelo, os contaré, estamos ya despidiéndonos de él, le queda poco tiempo). Estoy cómodamente sentado en una silla de plástico, típicas de jardín... y catapúm! al suelo con las dos patas de atrás partidas. Que a nadie se le ocurra hacer un comentario jocoso acerca de mi sobrepeso o le doy un meneo que lo dejo tieso. No sé qué ha sido, pero sin hacerme daño me he quedado tirado en el suelo sobre una silla rota. Bueno, parecía que tenía la tarde maldita y todo!


El descosido es acerca del tema que hablé ayer, de las esperanzas y las decepciones. Ya me había hecho idea de que no iba a pasar nada, pero he estado toda la tarde (eso sí, tumbado al sol, intentando mejorar este moreno cutre que tengo) pendiente del móvil y saltando con cada llamada o mensaje. Pero nada. Plantón.

Y sobre todo queda la rabia fría, la impotencia. No es un enfado, ni un odio hacia el objeto de la decepción, sino más bien detestar la situación de haber puesto las esperanzas en algo que dabas casi por seguro y sobre lo que habías construido un castillo de nubes... y que la fría realidad, lluviosa y gris, te lo arrebate sin explicación alguna. Y sobre todo porque te quedas un tanto frío, sin saber si hay alguna razón de peso, alguna explicación lógica o bien es sólo otra puntilla más que te da la vida para que aprendas que las cosas que deseas tienen la terrible tendencia a no cumplirse. Y sé que suena a negativo, neurodepresivo y posiblemente algo desequilibrado, pero seamos sinceros: a que sólo nos acordamos de las cosas malas que nos ocurren. Sí, tenemos los grandes momentos de nuestra vida, que quedan como un álbum de recuerdos, pero siempre son más poderosos las memorias de las cosas en las que fracasamos estrepitosamente, de las situaciones vergonzosas que nos hacen volver a sonrojarnos, de las desafortunadas intervenciones que nos pusieron en evidencia pública. Son como nuestro lado oscuro particular, que a nadie mostramos en su totalidad y que a veces abrimos para martirizarnos y recordarnos lo imperfectos que somos.

Hoy no ha sido un día fracasado. Ha sido un día que podría haber sido mejor, más intenso y posiblemente más satisfactorio, pero me conformaré con lo que ha habido. Descanso, sol, amigos y mi yayo. Mi pobre yayo. Y como colofón, un día más en este cuaderno de bitácora, un apunte más para el recuerdo, para decirme a mí mismo que pasé por la vida, no que la vida pasó por mí.

No encuentro la foto que quería colgar, así que os dejo con un salvavidas un tanto... "húmedo".

14 junio, 2006

Sobrellevando los inicios de la depresión post-vacacional

Desde hace un tiempo he sido repentinamente consciente de que en toda serie que se precie, hay que meter (supongo que para darle un toque intelectual) unas buenas líneas de una voz en off que te haga darle un par de vueltas a la moralina de la historia. Si no es con "Sexo en Nueva York", es con "Mujeres Desesperadas" y si no, es en "Anatomía de Grey". Casualmente, todas americanas, supongo que para hacer que los pobres estadounidenses le den un par de vueltas más a su masa encefálica. En fin, admiro en algunos casos el esfuerzo de los guinistas, que tendrán que devanarse los sesos para llegar a algo medianamente profundo y ciertamente les envidio porque es lo que algunos días me gustaría plasmar aquí.


Hoy me he reincorporado al tajo tras los días de sol, playa y enrojecimiento de la piel y el consabido bajón de ayer. El día no ha empezado mal, porque al entrar de tarde tenía toda la mañana para tocarme las narices... Así que es lo que he hecho. Le he dado una buena tunda a los bichos malos del "Blade & Sword", juego que tengo ahora mismo entre manos, he terminado el cartel de Gylda (que os dejaría ver más abajo, pero parece que hoy no se va a poder), he jugado de nuevo... Vamos, una pérdida completa y absoluta de tiempo.

Por otro lado la situación de pareja se ha normalizado. Como me predije a mí mismo, todo ha vuelto a ser como siempre, como hace una semana. Sin tiranteces, sin frases cortantes. Simplemente queda un residuo de sensación de que algo ha pasado y que no queremos que se repita. Habrá que trabajar el asunto, pero hoy no me apetece hablar de ello.

Trabajo... Bueno, si eliminamos la presión de los objetivos, que sigo sin vender un alta de telefonía fija (ADSL o bien sólo llamadas de voz) y que el calor me achicharra pese a que hace un mes que solicité que nos lo revisaran... Por lo demás no ha sido un mal día. Hasta me han traído una invitación de boda :) Un dia tranquilo es lo mejor para volver a sudar la gota gorda en plenas puertas de campaña de verano. Además esta vez, no sé por qué, no me ha generado tanta ansiedad el hecho de terminar las vacaciones... Cosa que por otro lado me preocupa un poco, por si me estoy volviendo adicto al trabajo y va a resultar que me gusta lo que hago. Mmmmmmmm. Va a ser que no, verdad? Bien, me quedo más tranquilo.

Es hora de comenzar la reflexión de voz en off del día, intentando ser profundo y desde luego no cayendo en los topicazos. En fin... Allá vamos, a improvisar sobre la marcha.

Todos esperamos algo cada día. No son planes a largo plazo, no son edificaciones de nuestra mente con varias décadas de preparación y esperanzas. Son ansiedades más inmediatas, ideas más repentinas, pero aún así cargadas de ganas, de necesidad, de aliento retenido para ver si se cumplen o no. Son esos pequeños cambios en la rutina que nos hacen sentirnos vivos, que sabemos que sólo significarán una anotación más en nuestro blog pero que aún así estamos deseando hacer. Más aún cuando no sólo depende de nosotros y la emoción de que puede que no suceda nada. Y esa emoción llena de dudas, de miedos y de posibles decepciones nos espolea a desear con más fuerzas que las de un huracán arrancando una casa de cuajo. Y sin embargo nos intentamos convencer (curiosos los seres humanos) de que no pasará nada y que nos sentiremos defraudados antes de conocer el resultado final, si se cumplió o no nuestro objetivo, si nuestra espera fue en vano o no. Así creemos tontamente que cuando nuestros funestos presagios se cumplan, habremos creado un colchón que amortiguará el golpe. Aunque todos sabemos que no lo hará...

Besos, abrazos... y en algunas ocasiones, más que besos. A ver si mañana se cumple mi "esperanza" (pero no la Aguirre, vale?).

12 junio, 2006

Cómo tener un buen fin de semana de vacaciones.... y joderlo la última noche.

Pues sí, porque así ha sido. Y como siempre, todo por mi culpa, que parece que lo que voy buscando es mi propia desgracia en vez mi felicidad. Debe ser cosa de haberme dado un mal golpe cuando era pequeño o haber comido algún transgénico en mal estado.

El caso es que han sido tres días muy interesantes, con sol (y alguna nube cabrona), playa, rojeces típicas de mi primer día de sol... La verdad es que los alrededores de Santander tienen parajes preciosos y playas espectaculares. Liencres, por ejemplo, Arnia, sin ir más lejos. Son recomendables para visitar, patear y dejar disfrutar la vista. Sorprendente sin duda alguna y romántico a tope. Una pena que no estuvieran previstas y me dejara la cámara en casa, pero tengo alguna otra y no dudéis que las compartiré para que os entre el gusanillo de visitar Cantabria.

Sin embargo todo lo bonito tengo que joderlo. Y es que no sé si soy imbécil o me lo hago (porque deberían darme el Oscar a la mejor interpretación imbecilitiva). Tres días estupendos, comiendo estupendamente, en playas estupendas... Y anoche voy y cometo uno de los errores más gilipollescos que creo que he cometido en toda mi miserable e insignificante vida. Y claro, Javi no es tonto y desde luego no pasa por tonto. Hemos vuelto esta mañana, tres horas de viaje casi sin cruzar palabra. Yo no sabía qué decir, porque todo me sonaba a estupidez en la boca. Hemos llegado a casa, hemos encargado chino. De nuevo frases sueltas evitando la conversación. La "Conversación". Finalmente hemos empezado.

Lo malo de estas conversaciones es que cuando las preparas en tu cabeza (y tres horas en coche en silencio y una noche casi en vela dan mucho para pensar) todo parece fluir como la seda y tienes los conceptos claros y transparentes. Pero cuando pretendes expresarlos con palabras, se desdibujan como un trazo de acuarela bajo la lluvia. Ademas (porras, el teclado se ha convertido en ingles, se acabaron los acentos) Javi tiene la capacidad de desarmarme con sus miradas y sus silencios hasta el punto de que me siento absolutamente culpable y sin poder dar un argumento para defenderme. Es una sensacion terrible que te hace parecer minusculo y desprotegido, cuando sabes que puedes defenderte. Si no lo hago es porque me da miedo decir algo que por ser duro estropee mas la situacion, y la situacion suele ser bastante dura de por si. Cuando la conversacion avanza, bien es cierto que suelo coger algo mas de confianza y tomo las riendas de la situacion. Entonces es cuando dejo de lloriquear como un bebe y soy algo mas constructivo.

La Conversacion ha sido relativamente constructiva. Hemos retomado los temas de siempre, que al final son los que crean las grietas en los cimientos de la relacion. A veces cuando lo hablamos de nuevo, suena a lluvia sobre mojado, pero es necesario retomarlo para comprobar si ha habido avances o cambios. El problema es que Javi y yo tenemos escalas de valores completamente diferentes y lo que a uno le parece una tonteria, al otro le resulta importantisimo. Y ahi creo que es donde radica la base de todo. Y la parte mas complicada que tenemos entre manos. Porque por mucho que queramos acercar posturas, en lo esencial no nos entendemos por mas que se lo expliquemos al otro. Y eso nos separa un abismo. O dos. O tres. Y es lo que a veces me hace temer que la relacion, mas temprano que tarde, esta avocada a la ruptura. Que me agarro a un madero para seguir a flote cuando lo mas comodo seria dejarse llevar por la corriente y volver a la vida de solteria llena de sexo vacio y noches durmiendo solo. Pero esa imagen de mi mismo solo, con otra relacion fracasada (y una que es la que mejor esta yendo de todas las anteriores), de nuevo a la busca y captura de alguien a quien querer... Me provoca un retorcijon en el estomago que me hace agarrarme a un clavo ardiendo.

De momento vamos a seguir. En apariencia parece que las cosas no van a cambiar en gran medida, pero voy a intentar modificar algunas cosas para mejorar la situacion. Voy a intentar que hablemos mas, que haya mas comunicacion hasta de las cosas que parecen menos importantes en vez de guardarlas y que se enquisten. Voy a ser mas cuidadoso con las cosas que digo en publico, que por lo visto le hago muchos desprecios algunas veces. Voy a intentar, en definitiva, parecerme al concepto de pareja feliz que he estado conmigo desde que se que es lo que busco. Que salga bien o no, no depende tanto de mi como de los dos, pero al menos lo voy a intentar. Siempre hay que sacar algo positivo, por muy negativo que lo vea todo ahora.

08 junio, 2006

De incompetentes está el mundo lleno...

Pues sí, porque el curso de hoy ha sido un poco bastante tirando a muy coñazo (con perdón de la expresión). Y no ha sido sólo opinión mía, TODOS los que hemos asisitido al curso pensábamos lo mismo.

El curso lo ha dado la chica (Lupe) que se encarga del ADSL de TPH en media España (literalmente), pero que la pobre ha demostrado que se hbía preparado el curso lo justito y que controlaba bastante como para responder a las preguntas más simples, porque las complejas la hacían pararse a pensar un poco y a veces nuestras respuestas eran más adecuadas que las suyas.

Creo que ha intentado amenizar ell coñazo con dos dinámicas para que no nos resultara tan pesado. Pero ni con esas. Porque 8 horas de curso (con una hora para comer a toda velocidad) es algo bastante infumable que cualquiera con unas nociones de formación no aprobaria. Y es que me supera la gente que hace una labor para la que no está cualificada. Y esta chica lo de los cursos como que va a ser que no.

Hombre, todo tiene su parte positiva. Nos hemos visto la cara gente que no conocíamos más que por mail o por teléfono. Además de mí han ido dos chicos (heteros, porque creo que sigo siendo el único gay de la zona) que me han animado un poco el día. Uno de ellos, Alain, es un rubiales de ojos marrones y casi tan payaso como yo. Gracioso, me seguía las gracias, ingenioso. Vamos, una perla tiene que ser como amigo. El otro, Roberto, era un morenito de ojos clarííííísimos y tez algo pálida pero con esos carrillos sonrosados que me pierden. Eso sí, era vasco hasta la médula, porque sólo le faltaba soltar un "ahivalaostia" cuando iba a hablar algunas veces. Bonita fantasía un trío con esos dos... Aunque tampoco es que yo sea muy exigente, jejeje.

En resumen, que ya estoy de vacaciones, que mañana partimos para Santander (con lo que puede que deje la siguiente nota al regresar) y que necesito desconectar del curro pero que ya, porque no sé si cortarme las venas o dejármelas largas últimamente... Pero respiremos, que la playa (metereología mediante) está cada vez más cerca. Y tengo ganas de ver a Diego (mi amigo de Santander) y darle un par de abrazos y meternos un poco de mano medio en broma medio en serio......

07 junio, 2006

Martes de reunión


Como cada martes, esta mariquita militante se junta con la gente de su asociación a verse las caras y, si hay algún acto cerca, a discutir cómo organizarlo. Hoy no podía ser menos porque aún tenemos cogidas con pinzas las actividades del 28J. Im-presionante lo nuestro...

Para empezar, los actos comienzan el día 20, vamos, 8 días antes. No está mal, pero es que como nos hemos empeñado en traer a alguien del colectivo trans para dar una charla, hay que ponerla cuando puedan, no cuando queramos, estire eso la "semana" de actividades o no. En fin, qué le vamos a hacer. Seguramente la charla será muy interesante y merecerá la pena acercarse, no me cabe la menor duda.

Luego nos han propuesto realizar un ciclo de cine, no como otros años que nosotros teníamos que ir a suplicar y pagar precios desorbitados que apenas cubríamos con la poca gente que asistía (se recuerda que esto es Logroño, donde el armario es grande, amplio y permite la cómoda instalación de aire acondicionado). Esta vez nos sale mucho más barato y además lo hacemos en Calahorra también (un pueblo de por aquí, cabecera de comarca), donde un pequeño grupo de gente va a mover al personal para que vaya a las películas. A ver qué pasa. Tres películas por 5 euros creo que es barato, no? Y son películas interesantes, no estrenadas en España... Llegaremos a los 100 espectadores en Logroño? Mmmmm no sé yo...

Día 28, día grande. Tenemos una charla que nos ha solicitado la Unidad de Juventud por interés de un grupo de jóvenes (evidentemente) para qué hablemos del 28J. Vamos a intentar hacer después un pequeño ágape (que eso de comer gratis siempre llama a la gente) y allí entregaremos el premio rosa. ¿A quién? Ahhh... Tendréis que esperar, pero os adelanto que ha sido un nominado de último momento. Y los muy cutres querian ir de cena a un chino!!!! Pero por favor, cómo se presenta eso a la prensa? "Sí, la cena del 28 por ser el Día del Orgullo Gay la vamos a hacer en el chino de debajo de mi casa para apoyar a todos los homosexuales asiáticos, que lo deben estar pasando muy mal en sus países". Por favor.....

Y el finde a los Madriles a la megamani. Ya he reservado el hotel. No es una ganga, pero al menos es un NH a buen precio y no muy lejos del centro. Vamos con un vitoriano que se apunta a un bombardeo y a ver cómo hago encaje de bolillos para poder ver a un montón de gente en apenas un par de días. Miedo me da...

Mañana a madrugar para ir de curso a Bilbao... Intuyo que lo siguiente que escriba va a versar sobre trabajo... Y no de buenas maneras si mi intuición no me falla... Deseadme suerte :p

06 junio, 2006

Otro intenso día en el trabajo...


El único problema es que sólo ha sido intenso por las malas maneras y la desorganización. Y aún no tengo muy claro que no me vaya a caer parte del marrón... Porque digo yo, si uno ni es encargado ni le dejan ejercer como tal ni con su encargada de vacaciones... ¡Qué coño pinto yo entonces!

Y encima parece que me están haciendo un favor concediéndome unas vacaciones a finales de mes (para tener más tiempo al organizar los actos del 28J de la asociación), cuando.... En fin, si sigo así va a parecer más lioso de lo que ya es, con lo que voy a ir paso a paso.

La semana pasada mi encargada y la jefa de zona estaban de vacaciones. Por lo visto, ésta última no tenía tales vacaciones sino que eran días en los que trabajaba menos, porque siguió dando la paliza con asuntos organizativos. De buenas a primeras y en menos de una semana nos convocan a casi todos a un curso a Bilbao los días 7/8/9 siendo en Logroño fiesta el 9. Ni corto ni perezoso me voy a poner a organizar unos horarios en mi tienda para cuadrar el curso por algún lado... Pero resulta que mi encargada ya había enviado unos horarios para este mes (sin contar con el curso) con lo que yo olvido los míos. No aparecen horarios actualizados por ninguna parte y yo que además quería cogerme esos días de vacaciones a finales de mes, la jefa de zona que me dice que ya le ha dado el "ok" a unos horarios que no encuentro y que esos días los pida cuando volviera mi encargada (hoy), el sábado no sabíamos cómo trabajábamos esta mañana... Y esta mañana me presento a trabajar creyendo que estaría solo y me encuentro con la compañera que trabaja de mañanas, que en principio libraba. Había hablado con la encargada el domingo y le dijo que viniese esta mañana (sigo sin tener clara la razón).

Bueno, en fin, nos ponemos a currar y a media mañana llama la jefa de zona, contesta mi compañera y claro, la jefa se sorprende porque no se la esperaba. Se avecinaba bronca con truenos y relámpagos pero mi compañera, explicando el lío del párrafo anterior, calma el huracán y sólo se nos pide que cuando entre a trabajar la encargada, revisemos los horarios y le enviemos los cambios. Llega la encargada y nada más sentarse dos segundos delante del ordenador con los horarios empieza a desesperarse por no poder cuadrarlos. No sé si era teatro o real, pero en ningún caso me parecía como para estar a punto de tirarse de los pelos... Me marcho tranquilamente y a media tarde me llaman para decirme que se aceptan mis vacaciones pero que la próxima vez no las pida tan tarde (quiero recordar que se me dijo que esperara a hoy) y que el último día, el 1 de julio, ya se considera mes de julio y que por esta vez me lo concedían, pero que ya se sabe que en julio no tenemos permitidas las vacaciones (estamos de campaña). Y yo no sabía si morderme los muñones o romper algo, que en las pelis parece que relaja mucho.

En fin, que si vosotros os habéis liado un poco con este tema que ni os va ni os viene, imaginaos yo que lo tengo que vivir en mis propias carnes dia a día. Pero claro, lo importante es vender, que es para lo que nos pagan. Eso sí, la organización de nuestra vida, nuestro mes, es secundaria por lo visto dado que ha habido un baile de horarios digno de "vídeos de primera" pero puesto a cámara rápida para más risa y mofa del respetable.

Con lo poco organizado que soy yo para muchas cosas (o al menos así lo considero), lo que menos me hace falta es este caos a mi alrededor. Menos mal que en un par de días estoy de vacaciones en Santander..... No sé si aguantaría mucho más... No sé si aguantaré mucho más...

Pero tranquilos, de mi trabajo segurísisisisimo que volveré a hablar otro día...

05 junio, 2006

Odio a los niños en el cine...

Que sí, que los odio. Mucho.

Vale, también patinazo nuestro por ir a la sesión de las 18:30 en domingo, que sólo se nos ocurre a nosotros, a ver X-Men III. Pero entre que Javi se quería acostar pronto, que si yo tenía que hacer visitas familiares... En fin, que hemos caído como tontos.

Fila 7, centraditos. Entramos en la sala.... Y parecía una grabación del Conciertazo de la 2. Crios, padres... En fin, en nuestra fila todo adultos o semiadultos. Detrás, una recua de niños que parecía que tenian cara de no ser los más santos de su clase. Y aún sin apagar las luces ya estaban con el "que empiece ya". La abuela (o bisabuela, que tenía una edad muy mala) era no sólo un elemento decorativo, sino que además alentaba a las angelicales criaturas con inteligentes preguntas en el típico tono de voz que, creyendo que nadie te oye, se entera toda la sala.

Empieza la película. En los anuncios ya han empezado a dar la paliza. Y en las letras de inicio les he tenido que chistar porque era eso o subir y darles un par de tortas a ellos y a la abuela. Se han contenido, pero siempre poniendo pequeñas notas de infantilismo (es lo que tiene no alcanzar los 10 años) cuando hacían un chiste, había una escena de batalla o bien cuando tenían que explicarle a la abuela quiénes eran los buenos y los malos. En fin...


Sé que en el cine soy muy maniático. Me molestan los ruidos de masticación a más decibelios que los de la pelicula, que la gente haga comentarios y menos cuando son a un tono inadecuado, la gente que no para de moverse en sus asientos como si tuviera cactus en el culo... Pero es porque me gusta meterme de lleno en la película que estoy viendo y disfrutar con todos los sentidos. Es mucho pedir? A veces parece que sí....

02 junio, 2006

Primera entrada.... Comienza el viaje...

Con lo que siempre me costó comenzar un diario... La culpa de todo la tiene cierta persona y la afición que he cogido a leer su Blog. Poco a poco me he ido replanteando la idea de que dejar por escrito un breve resumen de mi día a día podría no ser tan malo a la hora de organizarme mentalmente. Después hasta me ha parecido divertido... Y finalmenete me he lanzado al vacío sin red y con doble salto mortal. Interesante, verdad?



No sé qué será de este Blog, si lo llevaré al día o haré anotaciones puntuales cuando algo merezca la pena... Si desnudaré mi alma a pedazos o me abriré el pecho en canal... Si podré conservarlo en secreto como un pequeño jardín privado o lo contaré a los cuatro vientos antes de que la manecilla grande llegue a las doce... No sé, no sé... Tal vez con la ayuda de los que lo leáis y comentéis pueda desentrañar mis aguas turbulentas. Tal vez sólo me sirva para darme cuenta de lo patético que puede llegar a ser una persona que sólo busca llamar la anteción. Tal vez sólo quiera tener entretenimiento durante unos días para llenar mis noches vacías.

Bah, a la porra. Día a día iré construyendo la estructura básica para poder conseguir la forma de lo que no tengo claro. Todo a su momento. Alegría y diversión, como en todas las inauguraciones! El champán corre hoy de mi cuenta.