07 enero, 2009

Personas detrás de blogs

Martes, 6 de enero de 2009

Hoy podría ser el típico día que escribiría acerca del día que ha terminado, mis regalos, el ansiado fin de campaña... Pero no, me apetece algo más profundo y que llevo tiempo meneando en la coctelera.

Estos días navideños he tenido la gran suerte de charlar un poco con Aran, el archiconocido blogger de historias calenturientas que consigue elevar nuestras tensiones a niveles muy placenteros. Además de agregarlo en mi Facebook está en el inestimable messenger, que siempre es más cómodo para teclear e incluso videollamarse. Y ahí es donde hemos coincidido. A mí me vino de miedo desconectar del trabajo con intentos absurdos de sonsacar información que sabía de antemano que no iba a conseguir. Aún así me llevé alguna que otra agradable sorpresa que queda en la intimidad de mi disco duro y mi recuerdo.

Aran, pese a lo que parece, es un ser de carne y hueso, como todos los que escribimos en la red de redes. Su sonrisa sincera bien podría derretir los casquetes polares y su conversación puede alargarse horas y horas si no hay que madrugar al día siguiente. Y es curioso que la imagen que te haces de alguien por sus textos y sus pinceladas pueda diferir tanto (o no) de la realidad.

Sufur es otro gran ejemplo. Es uno de mis mejores amigos (pese a la distancia) y puedo leer en sus textos lo que entre líneas otros no pueden atisbar. Nos conocemos y nos confiamos secretos, sabemos que debemos guardar una cierta imagen porque el internet nada es seguro, pero aún así vemos detrás de las máscaras que nos ponemos para los demás y que entendemos útiles y necesarias.


Un blog te permite dar la imagen que quieres de ti mismo (o misma). Si lo lanzas con todo el anonimato que puedas, es posible que incluso ni tu propio padre descubra que eres tú, ni tu pareja, ni tu vecina la cotilla del quinto. Creas un mundo virtual donde ser rey, juez, verdugo y hasta admirador de ti mismo. Y en ese mundo se vive tan a gusto como se desee hasta el momento que se desee. A veces y hasta tal punto, que puedes llegar a ser absorbido y no poder escapar de la realidad alternativa en la que te sumerges cuando haces click en "Nueva Entrada" para ponerte a escribir algo. A mí llegó a ocurrirme y como toda adicción que se precie, requirió cierto esfuerzo soltar lastres innecesarios.

Sin embargo, por mucho que se quiera diferir de la propia personalidad en un blog, siempre se empapa algo, hay una transferencia por leve que sea. La forma de expresarse, frases habituales, manías o experiencias... De nuevo en mi caso, cuando escribo una de mis pequeñas y humildes historias de vampiros, en realidad estoy hablando de algo de mi vida que no quiero expresar abiertamente. Lo envuelvo de fantasía, condimento con cuatro pizcas de palabrería y... tachán! Por eso hay que saber qué se lee y con qué intención se ha podido escribir. Así es cuando mejor se disfruta un blog.


Yo puedo reconocer que empecé a escribir hace ya más de X meses (cuando X tiende a más de 24, creo) por cierto amante fugaz del que ya no sé nada (ni falta que hace) que tenía uno. Me llamó la atención y, dado que era la época en la que o tenías blog o no eras nadie, di el pequeño paso de inmersión sin bombona. Empecé con fuerza y queriendo escribir todos los días algo interesante, pero la rutina y mi vida real me lo impedían. Poco a poco he cogido el ritmo de escribir cuando me viene en gana, sin intentar estar al servicio de mis lectores (lo siento) sino de mí mismo. También he variado y no profundizo demasiado en ciertos temas, dado que, al hacerse más público, un blog también puede ser fuente de enfados, discusiones y rocambolescos malentendidos. Poco a poco lo he adornado a mi gusto, lo he hecho mío y lo cuido con el cariño que soy capaz de otorgar dadas mis romanticoides ideas acerca de lo que debe quedar para la posteridad. Lo comparto con quien considero que merece la pena dejar que conozca algo más de mi yo extravagante, acepto los comentarios vengan de donde vengan, me siento orgulloso cuando alguien me nombra por ahí... Es como un hijito, pero ya tiene vida propia y sabe caminar solo.


Y para acabar con este inconexo montón de ideas, un pequeño arreglo de Photoshop que sólo una persona puede interpretar y reconocer. ;)


6 comentarios:

Sufur dijo...

En mi vida me había sentido más ofendido. Mira que llamarme "persona"...

Como diríamos en el messenger: (k)

Trystan dijo...

No te quejes. A ti al menos te menciona.

fisiologus dijo...

cuánta razón tienes; me alegro de haber pasado por aquí. saludos.

Anónimo dijo...

Eres encantador, Robin, yo también te quiero!

Robin Shilvadin dijo...

Sufur, asúmelo de una vez: ERES UNA PERSONA HUMANA. Las antenas que te salen en la cabeza sólo son causadas por la radiación de los cachivaches con los que juegas.

Trystan, todo hay que ganárselo en esta vida ;) Y no te diré cómo me he ganado yo esto.

Fisiologus, cuánto tiempo sin saber de ti :)

Aran... Qué más voy a decirte... Bueno, seguro que algo sucio, así que prepárate: DESNUDATE! XD

fisiologus dijo...

había estado ya por aquí? no lo recordaba. ahora siento no haber vuelto antes.