15 enero, 2007

Fondue de chocolate

Domingo, 14 de enero de 2007


Imagino a un segoviano afincado en Santander que se estará relamiendo especialmente los bigotes al leer el título de esta entrada. Y en realidad de eso va, aunque no en la idea de hacer rugir los estómagos de nadie.

Hoy hemos tenido fondue en casa con los amigos de Javi para hacer una especie de inauguración retrasada con ellos. Lo que en principio iba a ser algo recogido con cuatro personas se ha agrandado un poco más con la incorporación de última hora de otros tres. Cosas de los grupos de amigos de la infancia y más aún de éste, que parece una teleserie en plan reality. Hay subgrupos montados, ajenos, personajes que apenas aparecen, rencillas guardadas desde hace años... A veces es muy divertido verlo desde la barrera, pero en el fondo yo ya estoy sumergido hasta el cuello por mantener una relación estable con uno de los miembros del "núcleo duro".

Sin embargo hoy ha sido una situación relajada, distendida, con la historia personal de cada cual con lo que hizo en Nochevieja. El chocolate ha ido asentando las diferencias y ha tornado a esta pandilla de compañeros de juergas y anécdotas en la diversa amalgama de personalidades que son. Desde la pija redomada que tiene un trabajillo de mierda con el que no puede costearse todos sus vicios, hasta la cándida inocentona, pasando por el matrimonio bien avenido donde ella lleva no sólo los pantalones, sino también la camisa y casi los calzoncillos. Y lo digo sin intención de que suene despectivo, sino más bien como ejemplos de la variedad que he comentado. Cada cual ha seguido el camino que le ha marcado la vida y verlos después en conjunto, aportando sus opiniones a temas tan mundanos como la política anti-terrorista, la corrupción, las rebajas, hace que me se sienta integrado como uno más porque no es necesario entrar a formar parte de un cliché o estereotipo definido, sólo tengo que ser yo mismo.

Desde que comencé mi andadura en la vida con Javi y conocí a sus amigos, se han portado maravillosamente bien conmigo. Una cosa es tener un amigo gay y otra muy diferente es que lleve a su pareja a los actos sociales. La primera vez, como casi todas las primeras veces, me sentí observado, escrutado y escaneado en todo mi ser. Supongo que debían valorar si era merecedor de un novio como el que tengo y por lo visto pasé la prueba con nota. Además era consciente de la influencia en Javi de sus opiniones (al fin y al cabo son sus amigos de toda la vida) y busqué encajar lo mejor posible en cada ocasión. Me comporté como un niño bueno, hablé lo menos posible para no meter la pata como habitualmente hago, me forcé a no captar la atención cuando se hablaba de algo que desconocía... Irreconocible incluso para mí mismo. Y conseguí grandes avances, como la invitación al baile de la boda de unos de los mejores amigos de Javi (al banquete no pudo ser, apenas conocía a Javi desde hacía unos meses y habría sido complicado de explicar a algunos asistentes). Y cómo bailé aquella tarde... A partir de ahí, salvando las distancias, he sido uno más. Se cuenta conmigo para cada cosa, se me pregunta como a los demás si me viene bien una u otra fecha, el interés por mi vida es el mismo que para los íntimos. En resumen, que estoy muy a gusto.


De este modo se puede concluir que no debo tener mala mano socialmente cuando me interesa y que ser yo mismo no es tan desastroso como pienso a veces... ;)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes razón. Me he relamido. A pesar del casi empacho de chocolate que tengo últimamente...

Tengo una teoría. Contrariamente a lo que se suele decir, no es cierto que sean un coñazo (al menos no siempre) ni los amigos de los novios ni los novios de los amigos. Si tienes un novio cuyos amigos te caen fatal, la cosa pinta mal. Eso quiere decir que o bien tu novio es un inepto eligiendo a las personas que le rodean o que tú eres un inepto eligiendo novios. Pero si el novio que tienes es estupendo y encima sabe elegir bien a sus amigos, entonces es triplemente estupendo (uno, por sí mismo, dos, por su buen gusto y tres, por el valor añadido de esa gente maja que se convierte en amiga tuya también). Estamos de enhorabuena porque nuestros novios pertenecen a esa categoría :-)

pon dijo...

A ver si ahora lo consigo, que blogger y yo nos odiamos cordialmente.

Bueno parece que tienes buena mano para elegir novios lo cual es una suerte no creas. Y encajar bien en ungrupo tan consolidado tampoco es moco de pavo, así que amigo, la cosa va bien.
Un saludito.