20 febrero, 2007

Objetivo: Indirectas sexuales 0

Lunes, 19 de febrero de 2007

A ver, que hace demasiados días que no os pongo al día y, pese a no haber importantes novedades, siempre hay algo que contar. Y más cuando he estado unos días de vacaciones... Y en San Sebastián, recargando las pilitas. Una pena que sólo pudiéramos hacer el circuito de talasoterapia, pero no tuvieran sitio para darnos unos masajitos.

En fin, en cuanto a la idea central, va en serio. Seis días de vacaciones, dos de ellos en un hostalito muy mono cerca del centro, sin casi nada que hacer. Y sólo hemos tenido un triste polvo. Y con una tercera persona, claro. Y que localicé yo por internet (lorazain, para quien sepa dónde buscar). Un encanto de tío, morboso, bonita sonrisa, cuerpo interesante y sexualmente... un notable alto, desde luego. En resumen, el fin de semana no estuvo nada mal en casi todos los sentidos.

Casi. Como siempre, yo no puedo estar satisfecho con lo que tengo. Porque digo yo que no debe ser mucho pedir que tu novio siga teniendo algo de interés en mantener una saludable y nunca despreciable relación sexual contigo. A solas. Porque vuelvo a no acordarme de la última vez que lo hicimos. Y odio sacudir mis trapos íntimos, pero quienes me conocen saben que es un tema al que le doy vueltas muy a menudo. Y la opción de la conversación la he tomado muchas veces, pero siempre me lleva al mismo camino sin salida y no estoy dispuesto a pasar por lo mismo. Así que como estoy algo cansado, se acabó hacer esfuerzos. Mi objetivo es que mis indirectas sexuales se reduzcan a cero cuanto antes. Para no conseguir nada, no pierdo el tiempo. Y con esto no quiero decir que tire la toalla, sino que no voy a esforzarme. Tal vez si empiezo a mostrar algo de desinterés o pasotismo, tal vez salten las alarmas y reciba lo que quiero. O conlleve una Conversación (otra más) y saque algo nuevo en limpio.


Aunque la verdad no sé si dejar de hacer continuas insinuaciones acerca de lo mucho que me apetece o lo morboso que sería va a conllevar alguna mejora, porque me temo que no conseguiré cambios aparentes. Y lo que no consigo entender es que no le parezca raro que con cualquier tío medio interesante le apetezca echar un polvazo bien echado y que no se le ocurra que a mí me tiene más a mano, más dispuesto y más deseoso. Que comprendo que no vamos a estar todos los días como conejos, pero el de los domingos, sería típico aunque aún así agradable. Las posibilidades negativas de que haya podido dejar de gustarle, resultarle morboso o cosas peores prefiero no planteármelas, porque aunque parezcan distantes siempre las tengo en mente. Si es una de esas, me lo tiene que decir él, no darlo por hecho yo.


Así pues... a por el objetivo. Aunque eso no quita para que de vez en cuando me de un gustazo puntual, que las tuberías no hay que dejar que se atasquen, jejeje. A ver qué tengo por ahí del emule...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ay, niño, ya sabes mi opinión al respecto... La única manera de que funcione, creo yo, es que a la vez le cortes el grifo de los "terceros" que tú le buscas. Cuando lleve un mes sin absolutamente nada de sexo, verás cómo te persigue. A mi, salvando bastantes distancias, me funciona...