14 febrero, 2007

Tenemos chico nuevo en la oficina...

Martes, 13 de febrero de 2007


Que ni se llama Farala ni es divina. Y cada vez tardo más en actualizar mi blog, vergüenza debería darme. Pero al tema...

Esta semana está de prácticas en la tienda el futuro nuevo muchacho que tendremos para arreglar rotos y descosidos. Un floating, que lo llaman. Un niñito de 22 años, sonrisa fácil y bastante adorable. Gay, claro. Para algo me encargué yo de parte de la selección y me tuve que decidir entre el jovencito adorable, sin experiencia en móviles y cocinero y camarero toda su vida o la lesbiana que había trabajado ya con objetivos, muy motivada y con ganas de mejorar. Fue una decisión dura, pero mis compañeras me animaban bastante con la ingenua idea de que el niño podría ser algo heterosexual. Ja. Como dice el refrán: "Ojo de loca, no se equivoca". Y parece ser que se ha vuelto a cumplir. El sexto sentido ése que dicen que tenemos.

Sigo teniendo alguna duda acerca de si funcionará en una empresa tan dura, tan jodidamente competitiva y cuyo único interés es ganar pasta a costa de los empleados. Vamos, como el 99% de las empresas. Pero los dos días que he estado con él me ha dado buena espina y cuando vuelva del curso de inicio tendré con él una Conversación porque no quiero que al tomar una decisión un tanto tendenciosa (e influida por dos petardas que trabajan conmigo y que tenían una parte íntima de su cuerpo hecha golosinas) pese sobre mi cabeza que elegí a un mal candidato. Ha sido un chico dispuesto, con iniciativa y ganas de aprender. Sonríe mucho y es agradable con los clientes. Vamos, que es un encanto.

Hace años podría haberme colgado de un pipiolo así. Supongo que hace años, cuando él aún no hubiese conocido a su actual novio, con el que convive y del que está terriblemente enamorado. Con traje aparenta buen tipito, y da sospechas de un culo interesante, donde agarrar. Y ya si dejamos que la imaginación vuele... Pero no vamos a entrar en temas escabrosos, que para eso ya hay películas porno. El caso es que tener un compañero así es un problema. O varios en realidad.

En primer lugar podría darse el caso de que el chico se convierta en un objeto de deseo. Y seamos frívolos, un objeto de deseo sexual. Punto. Ese tipo de cosas no son buenas cuando se tienen parejas y más aún cuando no es mutuo. En segundo lugar, se me escapa la pluma con mayor facilidad. Si no es por una conversación un tanto "rosa", es por un chiste entre dos gays graciosillos o porque suena el móvil de la tienda con la canción de Bisbal (cosas de mis compañeras, lo juro), al que odiamos, pero se deja bailar un poco. Tercero, a veces surgen chistes que no todo el mundo puede captar y hay miradas que dicen muchas cosas y que suponen estallidos de risa. Cuarto, no habría tío bueno que no despellejaríamos para repartirnos los pedazos, pobres aves carroñeras nosotros.

De todos modos creo que va a ser un cambio positivo. Creo que empezaba a estar un poco cansado de tener todo mujeres a mi alrededor que pertenecen a un mundo al que me siento ajeno. Y además de que sea un chico, que sea también gay es casi una bendición. Esperemos que no se cambien las tornas demasiado pronto...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Se abren la Porra Shilvadin. ¿Cuánto tiempo tardarás en tirártelo? Yo apuesto mi monedita de euro a la casilla "entre seis y siete semanas"

Robin Shilvadin dijo...

Va a ser que no. No voy a intentarlo ni a meterme en su relación si está tan enamorado como dice. Primero porque no tengo edad para correr detrás de jovenzuelos y segundo porque si quiere ser infiel, que se lance él, porque yo lo valgo.

Pablo dijo...

Pues da la casualidad de que ayer pasé por delante de la tienda y le vi jeje Pero ni se me pasó por la cabeza que entendiera...

Buff.. qué peligro de tienda, con dos plumas radioactivas, como diría la doctora queer... besotesss!!!