09 febrero, 2007

Curiosidades

Jueves, 8 de febrero de 2007

Conste que al fin y al cabo todo puede ser una imaginación de mis sentidos, pero si contamos sólo con mi percepción dado que nadie más puede arrojar luz sobre este asunto, no podremos profundizar más allá (o acá, si se quiere).

El caso es que desde hace tiempo mi señor novio y yo nos habíamos fijado en otra pareja de interesantes maduritos de Logroño. Casualmente en el inicio de los tiempos a cada uno nos parecía interesante uno de ellos, aunque no despreciábamos al otro. El que le gustaba a él me parecía que tenía un aspecto muy serio, con un rostro muy frío y cara de mala leche. Y las orejas muy grandes, qué carajo. Pero bueno, éramos conscientes de que dos hombres maduros, cachas y juntos desde hace mil años o más no se fijarían en nosotros en modo alguno.

Sorpresas de la vida y cosas de una ciudad pequeña, hemos coincidido más veces y el otro día vinieron a la tienda donde trabajo para comprar un móvil (evidentemente). Nos reconocimos, hubo una especie de entendimiento común y la venta se desarrolló con más confianza. De hecho me explayé tanto que dio la hora de cerrar y aún estábamos allí. Tomamos un vino al terminar y la conversación fue curiosa, con algunos tintes picantes al terminar. Ahí quedó todo por el momento. El de orejas grandes no parecía tenerlas tan grandes, sino más bien normales, y tenía una sonrisa atractiva. En resumen, que entendí por qué a Javi le gustó tanto en su momento.

Dos días después me comentó a través de Gaydar (sí, tienen un perfil) que tenía unas dudas acerca del funcionamiento del aparato que habían comprado y que por favor se las resolviese. En mi día libre me pasé por su trabajo (también es de cara al público) y entre consulta y consulta estuvimos hablando un rato. Definitivamente no tiene las orejas grandes. Su novio no estaba (trabajan juntos) y de nuevo la conversación derivó a algún tema sexual general. E hizo un comentario acerca del extraño color de mis ojos. Por lo visto, dependiendo de la luz que haya, son verdes o grises... Eso sí que no me lo habían dicho nunca.


En fin, hoy mismo ha habido un nuevo capítulo en esta historia curiosa. Ha aparecido por la tienda porque tenía un rato libre y estaba mirando tiendas y se ha pasado a ver si podía salir a por un café. Y claro que he salido. Nuevo comentario sobre mis ojos y su color. Coño, ni que fueran objeto de estudio o de tesis doctoral... Ha habido tema picante de nuevo, esta vez más enfocado y casi concretado en un futuro encuentro de cuatro personas adultas para cenar, charlar y un "ya se verá". He vuelto muy contento porque, como he dicho al principio, eran dos personas con las que había perdido mis intenciones hace tiempo y ahora, cosas del vivir, parece que no era así.

Contrapunto: cada vez que le cuento a Javi lo que pasa, se pone un poco celosón. Siempre hace el comentario de que este tipo era el suyo, que yo me quede con el otro. Me hace gracia y le doy un abrazo para que se le pasen los fingidos morritos. No es otra película como la del soldadito valiente, nada que ver. Simplemente es un hombre atractivo, con una atractiva pareja, que puede hacernos pasar un buen rato en muchos sentidos. Y si no ocurre nada, pues mira, ellos se lo pierden, que nosotros merecemos un montón la pena.

¿Pero a que es curioso las vueltas que puede dar la vida?

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