13 septiembre, 2007

Con retraso...

Martes, 12 de septiembre de 2007

Algunas personas tienen la tendencia a criticar aquello que no conocen. A veces puede ser por fingir que saben de algo sin tener ni idea, otras veces por temor y otras por mero deporte. Les resulta hostil sin haberse adentrado demasiado y buscan quemar la selva antes de explorarla. Aunque rompa parte del encanto de las dos primeras frases, me estaba refiriendo a las páginas de contactos.


Desde hace unos años están proliferando y con bastante éxito (más unas que otras). Todas prometen amigos sin fin, ligues a montón y casi que éxito en tus inversiones (que ya podrían, ya...). Gratuitas en inicio, con posibilidad de pago para poder ampliar los servicios, se convierten rápidamente en un medio de fácil alcance para todos con suficiente anonimato como para los más armariados. Mucha gente lo considera el sustituto virtual de los bares de ambiente, donde la mayoría buscan echar un buen polvo y una ínfima minoría conocer a alguien o incluso encontrar el amor verdadero. A veces es una combinación de varias, pero suele haber una fuerte tendencia hacia un camino concreto. Generalmente el camino mayoritario.

Desde hace un tiempo tengo un perfil abierto y profuso, con lo que se pide para poder recibir visitas y que quien tenga curiosidad la satisfaga sin problema. No tengo nada que esconder y menos aún mi cara (terrible, terrible, enseña todo lo demás, pero la cara no, no vaya a ser que alguien te conozca...), con lo que siempre he tenido una cierta fluidez en el intercambio de mensajes con una u otra persona. Y ahí es donde se puede empezar a conocer a alguien.

Hace unas semanas empecé a intercambiar mensajes con... llamémosle M. Las primeras conversaciones fueron superficiales y sólo trataban de mantener la comunicación con algo de humor. Posiblemente fue eso lo que nos enganchó a esperar el siguiente mensaje y contestar y volver a esperar. Poco a poco la curiosidad rebosaba y nos permitíamos el lujo de hacer preguntas algo más personales y directas. El tonteo estaba en pleno auge y nos podían las ganas. No había nada que temer, las cosas estaban claras desde el principio, pero seguía siendo divertido. Finalmente decidimos dar el paso de conocernos, por aquello de desvelar el misterio del cara a cara. Muy en mi norma habitual (para quien me conozca) conseguí que llegáramos tarde a la cita. Por suerte M es paciente y tuvo a bien darme un gran margen.

Los primeros contactos personales siempre resultan un tanto cortantes, pero si hay disposición y buen grado, los primeros minutos son un mero trámite. Estuvo bien tomar unas copas y charlar, al menos para seguir avanzando en el conocimiento de una persona que hasta hace un mes ni sabía que existía. Hubo una muy buena impresión, bromas aparte y dolores de nalgas obviados (vaya golpe se había dado jugando al squash). La noche transcurrió como debía hacerlo y baste decir que durmió en su cama, aunque llegó un poco más tarde de lo que esperaba. Uno que tiene capacidad de retención...


Lo que en principio es sólo un portal para intercambiar un par de mensajes rápidos y concertar una cita para follar como perras, puede convertirse en un medio de comunicación para encontrarse con viejos amigos o hacer algunos nuevos. En mi caso, en este particular, todo ha sido calmado, calculado y desinteresado, dándole a la relación un cierto aire de interés no agobiante. En qué quedará es algo que ni puedo ni quiero adivinar. De este tipo de situaciones pueden salir grandes amigos, mejores amantes o, al menos, gratos recuerdos para pasar las frías tardes de invierno. Ha habido algo bueno y eso es lo que importa.

Aquí tienes tu "parrafada" dedicada, M., espero que la hayas disfrutado tanto como yo disfruté el sábado.
Un beso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

la verdad que está guay conocer gente, gustar y que te gusten... pasarlo bien... ya nos contarás si prospera con ese chaval... parece majo. jordi. http://losviajesdemarcosyjordi.nireblog.com

Robin Shilvadin dijo...

Gracias Jordi, pero no creo que haya intención de que pase nada por ninguna de las dos partes. Estoy felizmente "casado" (hoy ya no se puede decir esa palabra a la ligera) y la situación es estupenda tal y como está. Pero gracias por pasarte y dejar una nota. Muy chulo tu blog ;)