04 septiembre, 2006

Montaña rusa

Lunes, 4 de septiembre de 2006

Alguien me pidió ayer que escribiera algo más alegre y animado, que no podía compartir tanta pena ni tanta angustia. Ciertamente, repasando las últimas entradas, la sensación que se queda es de una persona al borde del abismo y sin esperanza ninguna. Tal vez sea un poco exagerado. Tal vez.


Pero no puedo mentir y fingir que todo ha cambiado y que me siento mejor, porque no es así.De todos modos creo que no es justo que monte una imagen desdibujada de cómo estoy. Porque no sé cómo estoy. Me encuentro en una montaña rusa, arriba y abajo, subiendo y bajando sin cesar. Cada momento es una aventura de sensaciones que me llevan de la más pura tranquilidad a la más absoluta pena. Y lo peor es que aún no puedo determinar qué es lo que condiciona cada estado. Si al menos lo supiera podría centrarme en ello y explotarlo para inclinar la balanza a mi favor. Esta noche ha sido terrible, "una noche toledana" como se suele decir. He dormido a intervalos y con breves ratos de insomnio. A Javi le ha ocurrido algo parecido, pero porque hoy empezaba de nuevo a trabajar y eso siempre le afecta. Me he levantado cansado, obviamente, con las defensas bajas, obviamente, y en un momento cualquiera me ha dado por llorar, obviamente. Y lo peor es que no sabía la razón que me llevaba al llanto. Simplemente estaba triste y necesitaba desahogarme, solo, a media luz y con Sinchan en la televisión. Vamos, una escena de lo más psicotrópica. He venido a la que será mi nueva tienda este mes (como mínimo) y de nuevo he tenido un ataque de debilidad porque me he sentido de nuevo perdido, solo, pequeño. Me hubiera gustado tener a alguien a quien abrazar y poder desahogarme de nuevo. Eso me ha dado a entender que no estoy bien, no puedo seguir así o no sólo haré daño a la gente que tiene contacto conmigo, sino que me lo estoy haciendo a mí mismo. Me voy a pasar por la farmacia a pedir algo para estar más calmado, sin receta ni nada, no quiero empastillarme. Pero tampoco puedo estar a medio dormir todas las noches o temiendo que llegue el siguiente ataque de angustia.

Esto lo estoy escribiendo a media mañana, con lo que es sólo una parte muy sesgada del día, pero no me está gustando cómo empieza. Además tengo una boda el día 16 pero parece ser que no me van a conceder el día libre, con lo que no sé si podré ir. Eso siempre abre posibilidades a sugerir visitas de o a Pamplona, pero la boda de una amiga a la que le confirmé la asistencia hace meses... Es duro decirle que no vas, desde luego. Otro palo, espero hacerme inmune pronto. Más aún cuando es por un malentendido/puñalada de la empresa y mis compañeras. Temas de horarios y demás mandangas, pero el que sale perjudicado es un servidor y además sin más razones que "esto es así y punto".

Siento seguir tan negativo, pero estoy perdido, muy perdido. Sé que me centraré el día que menos me lo espere, pero no lo acabo de ver cercano. Cada cosa, cada recuerdo, cada pensamiento, tiran en una dirección diferente y a veces siento como si me desgarrase por dentro, aunque sé que por suerte para mi metabolismo no es así. Por qué me lo pongo tan difícil a mí mismo es algo que se me escapa y que posiblemente no conseguiré entender nunca. Y me doy pena.

Ay, soldadito valiente, sé que estoy perdiendo puntos, pero la montaña rusa no deja de subir y bajar y hago lo posible, pero necesito tiempo y comprensión, mucha comprensión. Y abrazos, y caricias y besos. Javi lo está haciendo lo mejor que puede y sabe. Es un amor. Le quiero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues sí, últimamente estás algo dramático... pero bueno, todos tenemos etapas donde hay nubes que claros, donde la vida (como tu dices) es una montaña rusa.

Creo que se están uniendo muchas cosas de golpe: la mudanza, nuevas amistades, nuevo lugar de trabajo...

Poco a poco la normalidad volverá y te encontrarás de nuevo con la rutina. Tiempo al tiempo. Disfruta de la montaña rusa, aprovecha las vistas cuando estés en lo más alto y toma aire y reflexiona (si puedes), cuando estés en lo mas bajo.

Un abrazo, del caramelito.