08 marzo, 2007

Mi obsesión habitual

Miércoles, 7 de marzo de 2007

La tarde ha dado de todo, pero en general ha tenido un final algo agobiante a nivel laboral. Entre un marroncillo que he tenido que cargar y destripar y el barullo de gente que puede entrar en una tienda minúscula un día de lluvia... Y al final he tenido mi puntilla, pero me lo tengo merecido por preguntar y por ababol.

Para soltar algo del estrés y mientras cerrábamos caja, mi nuevo compañero, del que ya os he hablado, contestó sinceramente a una pregunta cargada de doble sentido acerca de la última vez que había tenido sexo. Pues bien: después de comer y una follada estupenda con su novio. Como digo, eso me pasa por preguntar. Y por poco se me cae la boca hasta los pies, no sé si de envidia, de morbo o de qué. Y de nuevo mi cabeza ha vuelto a rondar viejos fantasmas, de esos que se mantienen en la sombra esperando el momento adecuado para atacar. Y entonces creo que sí que he sufrido un ataque de envidia, qué carajo.


Es que si me pongo a analizar mi situación me pongo un poco triste, la verdad. Al menos si segmentalizo cada situación concreta y la desmenuzo hasta el más mínimo átomo. Partiendo de la base de que mi compañero y su novio son dos mozalbetes jóvenes y en pleno uso de sus facultades físicas y hormonales, tienen cierta ventaja sobre nosotros. Llevan menos tiempo también, pero no poco (tres años). ¡Pero follan más! Habitualmente sobrellevo la situación porque no pienso mucho en ello, pero la verdad es que Javi y yo lo hacemos poco poquito. El cansancio, la rutina y cualquier excusa puede ser buena para explicarlo. Pero es que yo necesito algo más, algo de morbo, algo de... ¡algo de algo!

No quiero que a nadie se le pase por la cabeza eso de "háblalo con él" porque no sería la primera ni la segunda vez que lo hacemos. Siempre pasa lo mismo, que parece que mi obsesión es el sexo, que está muy cansado toda la semana, que la relación ha evolucionado. Y finalmente yo prefiero recular y dejar el tema ante de seguir tirando de la goma y conseguir que acabe rompiéndose. Simplemente y por mera comparación mi novio está más dispuesto a tener sexo cuando hay terceras personas en juego que cuando estoy yo solo.

Porque no es que sea un problema para mí los trío, al contrario, le dan riqueza a los encuentros sexuales y permiten conocer a gente la mar de maja. Simplemente que no me siento deseado, no queda ya rastro de aquella pasión que teníamos al principio. Y pese a los tríos, las masturbaciones nocturnas y demás aventuras yo sigo disfrutando con Javi, excitándome cuando estamos desnudos, intentando que goce con cualquier cosa que hagamos en la cama. Pero él lo niega, le sigo pareciendo muy atractivo, disfruta conmigo y me da besos para que lo compruebe. Pero me sabe a poco. No me siento deseado.

Alguien me dijo hace bastante tiempo que una relación como la nuestra era más bien una relación de amigos, íntimos, pero amigos. Convivimos, compartimos techo y cama, pero no hay sexo. Como los amigos. Y me aterra que sea cierto, porque significaría que la relación no da más de sí y que es hora de hacer borrón y cuenta nueva. Completamente nueva. Por suerte aún puedo agarrarme a bastantes cosas que me compensan y me mantiene a salvo durante los temporales.

Y para mayor escarnio de mí mismo he empezado a marcar en mi calendario de mesa desde este mes, las veces que tengamos sexo, diferenciando si estamos solos o no. Espero no tener que usarlo algún día para explicarle (de nuevo) a dónde podemos acabar de llegar. Sigh.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ojo con las estadísticas, amigo... ojo con ellas.

Un par de tortas bien dadas le voy a dar yo a Javi la próxima vez que nos veamos. Claro que él me habrá dado otro par de ellas previamente, ahora que lo pienso... Jesús, cuánta violencia.

Anónimo dijo...

Cuanto tiempo... uno, que tiene crisis histéricas y termina dando bandazos olvidando que a veces los factores no tienen nada que ver, o no tanto, con los productos.

Me tengo que marchar a estudiar, pero en cuanto saque un rato, vuelvo por aquí a ver que te has contado en todos estos meses sin leerte :(

Anónimo dijo...

Pa' variar voy más pillado de tiempo que un reloj de arena humedecida y apelotonada, pero algo voy leyendo... poco a poco. El otro día apareció como anónimo: las prisas, que me hacen olvidar los campos básicos de identificación.

¡Salud!