23 octubre, 2007

Hairspray on Bilbao

Lunes, 22 de octubre de 2007

Bueno, la verdad es que la historia de hoy es un poco la mezcla de dos, pero como lo siga dejando, voy a acabar por no hablar de nada de ello y creo que al fin y al cabo merece cierta consideración. O desde luego merece unas cuantas líneas.

El viernes nos dejamos caer de nuevo por el cine para ver Hairspray. Reconozco que cada vez me gustan más los musicales llevados al cine a falta de teatros que los traigan a los escenarios, claro. al hablar de este no se puede ignorar el gran trabajo de caracterización de Travolta. El hombre se mete en el papel de madre con una naturalidad impresionante y resulta una mujer tan afectada y delicada como cualquier amantísima esposa de los años 60. ¡Hasta en las piernas tiene detalles de las malas formas que deja la obesidad! Y qué decir de las malas malísimas, tan divinas ellas y con esa glamour que sólo puede tener una mala persona. Rubias, delgadas y crueles. Como a mí me gustan. En fin, la comedia tiene muchos puntos graciosos e incluso he puesto en mi messenger una frase de una canción. En resumen, bien hecha y digna de ver si te gusta este tipo de largometrajes.


El sábado, para completar el fin de semana, tenía cena/fiesta en Bilbao con la gente del curro. De aquí sólo íbamos tres personas, pero era una representación más que suficiente. La idea de la cena era algo que no me cuadraba mucho, porque en realidad era un bar donde nos daban de comer una especie de bocadillos y sandwiches cortados en trozos con el vino incluído. Una copa gratis y lo demás a pagar. Así que comiendo lo poco que comimos, se puede adivinar que todo lo que bebimos fue directo a la cabeza.

No voy a decir que la cosa se desmadró hasta niveles estratosféricos, pero sí se fue un poco la mano. Desde una que decidió comprar en el baño de un bar un tanga de una máquina (eran sólo 2 euros, toda una ganga) y ponérselo encima del pantalón, pasando por las fotos en las situaciones más embarazosas que se pudieron conseguir. Yo, siguiendo ya una tónica habitual en estas fiestas, me hice la foto de rigor con el hetero de turno, esta vez no el mismo que la vez anterior. El muchacho también tiene un punto y es uno de los solteros más ligones y deseados de la zona. Bueno, el beso (sin lengua, sólo faltaba) se lo di yo, porque yo lo valgo!

La cosa quedó ahí, no le demos más vueltas y, si queréis foto del asunto, además de esperar a que me las pasen, tendréis que gritar muy muy fuerte y aplaudir haciendo mucho ruido para que no se me olvide y la suba sin pensármelo.


¡¡¡NO OS ESCUCHO!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Conoces la version anterior de hairspray? Que me quiten a Travolta donde esté Divine, mucho mas critico todo y mas ácido. Un amigo.

Anónimo dijo...

SÚBELA! SÚBELA! SÚBELA!