03 noviembre, 2006

Bloggear o no bloggear...

Jueves, 2 de noviembre de 2006

Algunos días me planteo seriamente para quién escribo este blog, si para mí mismo o para quien lo lee. Si fuera para mí, como un diario íntimo, podría soltarme mucho más y abrir mis pensamientos de par en para para dejar que fluyera en abundancia lo que surgiera de mi abismo insondable. En el caso de escribir de cara a la galería, debería cuidar más mis formas, lo que digo y cómo lo digo. La red de redes otorga una libertad casi absoluta y la posibilidad de que lo lea quien lo desee cierra muchas puertas a cal y canto. Son dos posturas que pese a no ser irreconciliables, sí se tiran un poco de los pelos, porque cada vez que quiero tocar un tema complicado o que me resulta ridículo, pienso en quién puede leerlo y quién no, en quién va a saber lo que quiero decir y quién no, con lo que el mensaje original se contamina y pierde parte de su sentido y pureza.

Sin embargo, pese a que mi primera intención era convertir este pequeño espacio virtual en una isla personal donde depositar todos mis tesoros a salvo de piratas carroñeros, poco a poco yo mismo he sido quien ha dibujado el mapa para quienes sentía cercanos y quería que siguieran siéndolo a través de este moderno medio de masas. Por lo tanto, de forma consciente o insconsciente yo mismo me decanté por un camino del que creo que estoy bastante satisfecho. Hay quien ha comentado alguna vez (un querido, apreciado y sincero amigo) que este blog me separa más que me une a mis amigos, porque me evita tener que hacer llamadas para contar en persona lo que pasa, cómo me siento o cómo me van las cosas, simplemente. Sin embargo yo creo que es un medio más para estar cerca de quien quieres estar y hay que tomarlo como un intermedio, un "mientrastanto" antes de un viaje para verse, una llamada para desahogarse o una caña para echarse unas risas. De este modo ya hay una base sobre la que dialogar y no necesito hacer un resumen de los últimos... 10 meses en algunos casos extremos. Este blog nunca sustituirá un apretón de manos de un amigo, un abrazo en un mal momento y una mirada alegre al compartir una alegría.


De momento creo que el Cuaderno de Bitácora seguirá adelante con más anotaciones. Sigo utilizándolo para centrarme en mí mismo y en lo que me ocurre y ponerlo por escrito para que quede constancia de mi reflexión, muchas veces infantil o inocua, que no lleva a ninguna parte, pero que desnuda otro pedazo de mi alma. O bien, poesías aparte, me permite sacar mis locuras para que en mi cabeza quede algo de espacio para la racionalidad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien dicho, criatura. Un blog es para eso, entre otras muchas cosas. A mí me pasa lo mismo, y además resulta que me divierte escribir y torturar a mis amigos obligándoles a leerme. ;-)

Anónimo dijo...

A todos los que tenemos un blog en algún momento nos asalta esa duda... ¿escribo para mi o para los que me leen? Creo que depende de cómo estemos, de lo que escribamos.

Normalmente las "rayadas" son más personales (click, click...), las escribimos principalmente para nosotros, para desahogarnos, para dar pistas, para reflexionar, para entendernos a nosotros mismos... y las anecdotas, juergas, fiestas e historias varias, para compartirlas con los demás.

Venga, un abrazo bien fuerte del carmelito!

P.D. Con este comentario ya no tengo que llamarte hasta...

Anónimo dijo...

Estooo guau!

Di q si mi niño. esto hace q sepa de tus cositas sin tener q gastar un centimoen telefono. Asi luego cuando nos volvemos a ver las cosas por lo menos me suenan.

En fin tu escribe lo q quieras y el q no lo entienda q se compre un manual :P