04 agosto, 2006

Cada día un poquito menos

Jueves, 3 de agosto de 2006

Hace tiempo que comenzó la cuenta atrás, pero estos días poco a poco voy pensando en "el momento". Ese momento especial en el que me ponga a desenchufar mi ordenador para trasladarlo a mi futura nueva casa. Bueno, "nuestra", que debería llamarla así, por más que no me quite del vocabulario que es "la casa de Javi". Y es que llevarme el ordenado es para mí el punto clave del traslado, porque aquí tengo la mitad de mi vida metida, casi... De hecho creo que tengo archivos de cuando me compraron mi primer ordenador. Uno que es un sentimental y lo guarda todo... Al menos aquí no acumula polvo ni quita sitio a otras cosas en una estantería.

El caso es que poco a poco se acerca el momento del cambio. Hoy he vuelto a recordarle a mi hermano que saque todo lo que tiene en mi ordenador cuanto antes, que luego le faltará el tiempo. Pero claro, él bastante tiene con el viaje improvisado a Londres la semana que viene. Pues yo me llevo su ordenador con partidas guardadas y todo lo que pesque, que luego no me llore.


Así que queda menos... No hay fecha fija para el cambio, con lo que no puedo poner un cronómetro a contar. Pero a veces cuando pienso en ello, noto unas mariposillas en la tripa que me dicen que voy a dar un gran paso y que va a ser irreversible (como la canción de la Oreja). Una vez hecho las cosas no volverán a ser igual, ni aunque finjamos que no ha ocurrido. Por eso también es emocionante, porque es un giro radical en mi vida. Ya era hora de hacer algo diferente, aunque sólo sea por cambiar de domicilio. Empezaba a aburrirme del día a día y aunque sé que en realidad me muevo a otra rutina paercida, el tiempo de adaptación será interesante e intenso y quiero vivirlo y disfrutarlo, en lo bueno y en lo malo. Porque sé que vamos a tener broncas hasta decir basta. Pero también sé que tenemos intención de sobrellevarlas con la mejor actitud posible, antes que tirarnos de los pelos. Y si saliese mal... ¡Qué le vamos a hacer! No puede decirse que no lo intentamos al menos. Con un par, que se suele decir. Que los hados nos guíen...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jeje puedes empezar como en las series baratas primero te llevas un cepillo de dientes luego un par de mudas, y para cuando te quieras dar cuenta estas instalado. Que lo de empaquetar TODO y salir por la puerta en un dia es muy peliculero

Robin Shilvadin dijo...

Pero es que uno es muy peliculero... Tranquilo, con la cabeza que tengo, seguro que me dejo un montón de cosas y tengo que andar yendo y viniendo miles de veces (para alegría de mi madre...)

Anónimo dijo...

Que sea para bien y por mucho tiempo!
Yo estoy buscando piso con mi chico y es agotador... Menudo veranito...
Saludos hogareños!

Anónimo dijo...

Creo que en realidad lo peliculero sería que cuando se acercara un día a casa viera cómo le tiran las cosas por la ventana.