14 junio, 2006

Sobrellevando los inicios de la depresión post-vacacional

Desde hace un tiempo he sido repentinamente consciente de que en toda serie que se precie, hay que meter (supongo que para darle un toque intelectual) unas buenas líneas de una voz en off que te haga darle un par de vueltas a la moralina de la historia. Si no es con "Sexo en Nueva York", es con "Mujeres Desesperadas" y si no, es en "Anatomía de Grey". Casualmente, todas americanas, supongo que para hacer que los pobres estadounidenses le den un par de vueltas más a su masa encefálica. En fin, admiro en algunos casos el esfuerzo de los guinistas, que tendrán que devanarse los sesos para llegar a algo medianamente profundo y ciertamente les envidio porque es lo que algunos días me gustaría plasmar aquí.


Hoy me he reincorporado al tajo tras los días de sol, playa y enrojecimiento de la piel y el consabido bajón de ayer. El día no ha empezado mal, porque al entrar de tarde tenía toda la mañana para tocarme las narices... Así que es lo que he hecho. Le he dado una buena tunda a los bichos malos del "Blade & Sword", juego que tengo ahora mismo entre manos, he terminado el cartel de Gylda (que os dejaría ver más abajo, pero parece que hoy no se va a poder), he jugado de nuevo... Vamos, una pérdida completa y absoluta de tiempo.

Por otro lado la situación de pareja se ha normalizado. Como me predije a mí mismo, todo ha vuelto a ser como siempre, como hace una semana. Sin tiranteces, sin frases cortantes. Simplemente queda un residuo de sensación de que algo ha pasado y que no queremos que se repita. Habrá que trabajar el asunto, pero hoy no me apetece hablar de ello.

Trabajo... Bueno, si eliminamos la presión de los objetivos, que sigo sin vender un alta de telefonía fija (ADSL o bien sólo llamadas de voz) y que el calor me achicharra pese a que hace un mes que solicité que nos lo revisaran... Por lo demás no ha sido un mal día. Hasta me han traído una invitación de boda :) Un dia tranquilo es lo mejor para volver a sudar la gota gorda en plenas puertas de campaña de verano. Además esta vez, no sé por qué, no me ha generado tanta ansiedad el hecho de terminar las vacaciones... Cosa que por otro lado me preocupa un poco, por si me estoy volviendo adicto al trabajo y va a resultar que me gusta lo que hago. Mmmmmmmm. Va a ser que no, verdad? Bien, me quedo más tranquilo.

Es hora de comenzar la reflexión de voz en off del día, intentando ser profundo y desde luego no cayendo en los topicazos. En fin... Allá vamos, a improvisar sobre la marcha.

Todos esperamos algo cada día. No son planes a largo plazo, no son edificaciones de nuestra mente con varias décadas de preparación y esperanzas. Son ansiedades más inmediatas, ideas más repentinas, pero aún así cargadas de ganas, de necesidad, de aliento retenido para ver si se cumplen o no. Son esos pequeños cambios en la rutina que nos hacen sentirnos vivos, que sabemos que sólo significarán una anotación más en nuestro blog pero que aún así estamos deseando hacer. Más aún cuando no sólo depende de nosotros y la emoción de que puede que no suceda nada. Y esa emoción llena de dudas, de miedos y de posibles decepciones nos espolea a desear con más fuerzas que las de un huracán arrancando una casa de cuajo. Y sin embargo nos intentamos convencer (curiosos los seres humanos) de que no pasará nada y que nos sentiremos defraudados antes de conocer el resultado final, si se cumplió o no nuestro objetivo, si nuestra espera fue en vano o no. Así creemos tontamente que cuando nuestros funestos presagios se cumplan, habremos creado un colchón que amortiguará el golpe. Aunque todos sabemos que no lo hará...

Besos, abrazos... y en algunas ocasiones, más que besos. A ver si mañana se cumple mi "esperanza" (pero no la Aguirre, vale?).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Weno, no sé qué contarte hoy... salvo que... no pasas por el messenger... y que... joe, que quiero hablar contigo, leñe ya.
Ánimo txikitín. ;)
Un abrazo.

Robin Shilvadin dijo...

Hay días en los que a uno le apetece pasar un poco desapercibidillo, peque. Tranquilo, tendremos esa conversación pendiente.