19 septiembre, 2006

Cambio de tercio

Lunes, 18 de septiembre de 2006

Hoy, hablando por teléfono con un amigo de las lejanas Islas Afortunadas (¡feliz cumpleaños Manu!), hemos llegado a la conclusión de que toda la gente que escribe blogs finalmente los convierte en una especie de vertedero de sus frustraciones, penas, desengaños y malos pensamientos. No hay más que darse un paseíto por la red, sin esforzarse mucho. Cualquiera que se ponga a leer mis entradas del último mes se hará una imagen de mí que difícilmente será completa (aunque no digo que no sea desacertada) porque aunque la idea original de mi Cuaderno era reflexionar sobre la vida misma, que algunos conocidos selectos fueran partícipes de mis devaneos y tener un espacio para mí mismo y mis intimidades, ha terminado como el libro de anotaciones de un bipolar dramatista e infantiloide. Insisto, no es que sea una idea desacertada, pero creo que sólo muestra una parte de mí y no el conjunto entero. Además, desde que me pongo tan melodramático, apenas escribís comentarios, y eso no me gusta nada, ¡que lo sepáis! Contentito me tenéis algunos...


En fin, al tema, que es para lo que me pagan. Hoy podemos proponer un tema bastante relacionado con las fechas que corren, al menos por aquí. Las fiestas de la vendimia de Logroño, los Sanmateos. Y, sinceramente, no son del todo recomendables, por mucho que os engañen las consignas que el Ayuntamiento manda hasta aburrir. Son fiestas ñoñas y sosas, sin una idea clara y con un programa aún menos lógico. A las pruebas me remito con echar un vistazo al panfleto. Lo que yo os diga, sosas y ñoñas. Porque además de que los actos más interesantes son por la mañana, cuando el 90% de la población está currando como cabrones para pagar estas fiestas tan "populares", por la tarde los actos quedan un tanto cojos, mal coordinados y desde luego poco o nada atractivos. Este año, en el que he tenido la gran suerte de trabajar sólo por la mañana (hasta las 4, alguna ventaja tenía que tener estar en tienda de calle), me temo que no va a mejorar mucho respecto al anterior. Hoy al salir de trabajar, mi señor marido y yo hemos decidido dar un paseo para empaparnos un poco del espíritu festivo, dado que al barrio no llegan ni los restos, tan lejos que estamos. Al repasar el programa se nos ha caído un poco el alma a los pies porque a las 6 había toros, a las 7 partidos de pelota y algo de teatro de calle y poco más hasta la noche, con los conciertos (¡y hoy sin fuegos artificiales!) y el toro de fuego. Vamos, de lo más completito. Con lo que nos hemos conformado con recorrer algunas de las calles principales de Logroño y ver a la gente pasear con sus criaturas adorables y chillonas (algunas).

Que digo yo que hacer un programa de fiestas completito y con bajo presupuesto tiene que ser complicado, pero que seguro que con algo más de cabeza se puede montar. Al menos con algo más de lógica, que tampoco es pedir tanto, no? Parece ser que para los ediles logroñeses sí. Porque dejar la hora de comer relajada de actividades es estupendo, pero cerrar la tarde a los toros y a los partidos de pelota se queda un tanto... Emmmm.... Anticuado? Aburrido? Qué pasa con la gente que no queremos ni una cosa ni otra? Y las actividades interesantes por las mañanas, únicamente para la gente que está de vacaciones (como los políticos, los profesores y los niños). El resto... Es una pena, tened un trabajo donde os podáis coger vacaciones como los demás o a joderse (se siente por la expresión tan grosera). Y ya quejándonos acerca de mentecatos incapacitados, dicen que en la variedad está el gusto. Pero eso debe ocurrir en otras ciudades, porque aquí es mejor hacer un calco no sólo de lo mismo que el año anterior, sino del mismo día anterior. Combinando un poco los grupos de teatro callejero a diferentes horas para llenar huecos, poniendo un par de grupos musicales algo conocidos en la plaza del Ayuntamiento y soltando a las peñas para que hagan ruido por la calle, nosotros nos quedamos contentos, hacemos un programa de bonito diseño y además se puede contar que hay un montón de actividades diferentes, vamos, por lo menos más de diez. O más aún. Espera que me faltan dedos...

Y es que me pone muy malito hablar de este tema, porque además en mi tierna juventud estas fiestas eran las más esperadas porque te permitían desfasar todo lo posible justo antes de comenzar el curso lectivo, lo que le daban una relevancia especial. Y ahora, algo más adulto (posiblemente eso influya en mi opinión), me doy cuenta de que se siguen haciendo las mismas cosas y no digo trayendo a los mismos artistas porque a Manolo Escobar hace un par de ellos que no lo traen. Luego dirán que los chavales están todos en los chamizos, bebiendo sin parar y a saber qué más cosas sin parar. Joer, es eso o pagar un riñón y medio para ver cómo torturan y finalmente rematan a unos cuantos toros unos tipos con un paquete de relleno y unas mallas "supermasculinas". Los que no tenemos edad para chamizos nos conformamos con quedarnos en casa, salir un poco por aquello de que estás de fiestas y acostarte pronto para madrugar y trabajar al día siguiente.

Con lo que me gustaban a mí los sanjuanes de Soria...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, nuestras vidas no están llenas sólo de buenos momentos. Y (de vez en cuando) está bien escribir sobre lo que no nos hace felices, para sentirnos así un poco mejor.
Para mi es como una terapia: escribes sobre esos momentos malos, luego reflexionas sobre lo escrito y eso te ayuda a superarlo.

Joer, mira que teneís degustaciones en vuestras fiestas...

Weno, gracias por esa llamadita. Me gusto muxo oir de nuevo tu voz, algo menos engolada jejeje.

Gracias también por la felicitación!!!

Un abrazo, del caramelito.

Anónimo dijo...

Bueno, hermoso, no te coartes. Precisamente una de las cosas buenas del blog es la capacidad que tiene de hacer que salgan cosas no previstas. Los que te conocemos fuera de esta página ya sabemos cómo es tu cara luminosa; esto nos da acceso a un Robin semiprivado la mar de interesante.

Y, no te engañes, a mi me gustan por igual los dos Robins.

Hale, paciencia con los Sanmateos, y a seguir escribiendo lo que te pida el corazón en cada momento.

Un abrazo,

Gwathadan