20 septiembre, 2006

Conversaciones

Martes, 19 de septiembre de 2006

Hoy estoy cansado, muy cansado. Ha sido un día duro y no especialmente por la actividad física, sino más bien por la actividad mental. Ha sido un día de Conversaciones. Al menos de dos grandes Conversaciones, más la segunda que la primera.

A media tarde, he tenido una de esas conversaciones que son dolorosas pero necesarias. Alguien me ha llamado y hemos estado comentando ciertos aspectos de mi vida que prefiero no detallar a continuación. En algún momento casi he sentido las puñaladas, pero no en un sentido dañino, sino más bien es el tipo de dolor que se siente cuando sabes que alguien te está diciendo las verdades a la cara y no te queda más remedio que apretar los dientes y aguantar. Tal vez ha pecado un poco de ser "cruelmente sincero", pero sé que no lo ha hecho con mala intención, sino más bien al contrario. Sé que su intención es que yo mejore como persona, que mi relación mejore y se beneficie y que, ya que nos ponemos, la paz reine en el mundo (bueno, esto es un añadido mío). Sin embargo muchas veces nos gustaría que acompañando a la "puñalada" ficticia, nos diesen unas palmaditas en la espalda diciéndonos que alguna cosa hemos hecho bien y que a eso podemos aferrarnos para saber que vamos por el buen camino, que no somos tan desastre como nos sentimos. No ha sido posible, a partir de ahora tendré que darme las palmaditas en la espalda yo solo.

La segunda Conversación ha sido con Javi. A cuenta de la mala cara que se me ha quedado de lo anterior, me ha preguntado qué había pasado, de qué habíamos hablado... Y he visto la oportunidad de sentarnos y hablar. No ha sido tan fructífera como yo hubiese querido pero al menos ha sido un avance. He puesto sobre la mesa lo que veía bien y lo que veía mal, lo que me daba miedo y lo que deseaba, lo que estaba dispuesto a hacer y lo que estaba en mis manos. La buena noticia es que los dos vamos por el mismo camino y hacia la misma meta, la mala noticia es que apenas he sentido palmaditas en la espalda. Otra vez será. Como siempre yo he hablado, me he explicado y he encontrado una mirada en el infinito y unas respuestas más concisas de lo que quisiera. Supongo que eso me hace plantearme tener Conversaciones más a menudo para recopilar más información de la poca que se me ofrece.

El resumen del día es relativamente sencillo dadas las circunstancias. Tengo mucho que cambiar en mi vida, en mí mismo. Ser como soy en algunos aspectos no es lo mejor y debe ser corregido, aunque sé que me va a costar horrores y voy a necesitar un montón de ayuda de la gente que tengo cerca. Tengo que controlar mi lengua, mi querida lengua que yo consideraba tan natural y fresca. Por lo visto (y ya me lo habían avisado en otras ocasiones) hago más daño del que soy consciente y genero malos sentimientos hacia lo que yo digo con tonta inocencia, pero dañando al fin y al cabo. Tengo que dejar de querer ser de forma continuada y repetitiva el centro de atención porque acabo pisando a la gente con tal de llevarme el foco. Tengo que ponerme las pilas en las tareas de casa, porque aunque es evidente que no estoy acostumbrado a hacerlas, no puedo vivir del cuento toda la vida. Tengo que cuidar mi relación, porque Javi se está esforzando mucho y poniendo mucho de su parte para que esto funcione y no puedo dejarle solo. Tengo que... Tengo que madurar, en definitiva, dar el paso dejando de ser un niño insoportable (a veces, pero más de las que debiera) y sacando el hombre que dicen que todos llevamos dentro. Espero que no sorprenda que mire al futuro cercano y sea como asomarme a las fauces del mismísimo abismo. Me provoca vértigos, un pelín de ansiedad y bastante acojone. Es normal sentir nervios con un paso tan importante, o con varios de ellos al menos. Pero voy a dar el paso, no me queda otro remedio si quiero conservar lo poco importante que tengo en mi vida.


Espero que si alguna vez os necesito para apoyarme cuando flaquee, estéis a un tiro de llamada (pago yo). Os quiero (que esta noche estoy un poco sensible y necesitado de cariño).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

También te quiero, Robin.

No te olvides de otro "tienes que". Tienes que hacer todas las cosas que dices en tu post sin olvidar ser feliz a cada paso, ¿vale? No te agobies con los deberes, porque en el fondo sabes que son autoimpuestos y por la mejor de las razones.

Muchos besos, amigo mio

Gwathadan

Anónimo dijo...

Creo que sobra decir que siempre puedes contar conmigo para que me llames :p y me cuentes qué te pasa, y apoyes un poco tu carga sobre mis hombros (en sentido metafórico), y si quieres un abrazo virtual... pues también, para eso estoy.

Un abrazo, txikitín.

Anónimo dijo...

bueno, yo no te conozco mucho, qiza porq todavia sea un niño opino q m encanto el momento q trate contigo, q tu personalidad es lo mejor, porq a esa edad q tenes(q no digo q seas mayor...) a qien no le gustaria tener esa vitalidad q tu desprendes!?!?!
tu vida en tus manos :)
un beso