27 septiembre, 2006

Madrugada mimosa

Martes, 26 de septiembre de 2006


Esta noche estoy un poco mimoso. Supongo que una tarde ajetreada en el trabajo que me ha dado algo más de estrés del que quisiera tener, ha influído. Imagino que la reunión de la asociación (tras un mes y medio sin aparecer) en la que los gritos siguen siendo lo más interesante, ha tenido algo que ver. Doy por hecho que ver el episodio de QAF hasta el final, es parte del asunto. El caso es que estoy un poco sensible y me ha dado por pensar en la gente a la que quiero y aprecio y a quienes no suelo decírselo muy a menudo. Muchas de esas personas no conocen la existencia de este Cuaderno, pero aún así quiero que queden nombradas para que consten. No tomaré un orden especial, así que nadie debe sentirse ofendido/a, simplemente iré recordando y los nombres irán saliendo solos.


Diego, que dice que me echa de menos, no tienes ni la más mínima idea del apoyo que has sido en ocasiones en las que ni yo mismo sabía lo que quería, haciendo de mi parte racional, siendo fiel auditorio a mis devaneos.

Montse, reciente descubrimiento, que eres capaz de apatar todos tus problemas y precupaciones para que te ponga al día de mi vida y escucharme y darme tus consejos de amiga. Y yo hablo y hablo y me suelto como si no pudiera esconderte nada... Porque no tengo nada que ocultarte.

Alberto, tardamos en fusionar la amistad, superamos las dificultades que la juventud y las hormonas nos pusieron delante... Ahora, a veces lejos, a veces distantes, creo que fui afortunado al tener aquel paseo por el Parque de los Jesuítas y conocerte, abrazarte y dar tantos pasos juntos.

Jon, eres un asunto no resuelto que me sigue recordando aquellos tiempos en los que me guiaba sólo por mi locura y tú estuviste dispuesto a acompañarme. Siento el daño que te hice y me alegro de que pudieras perdonarme, porque a pesar de los pesares te mereces mucho más de lo que yo podría o puedo darte.

Iker, siempre pendiente de mí, queriendo ser lo que yo necesite para que no decaiga mi ánimo ni mi espíritu, recordándome que yo también pasé por lo mismo y que la vida se hace complicada dependiendo del lado del espejo desde el que se mire. Te diga lo que te diga, sabes que aprecio que te preocupes por mí, pero me siento más cómodo haciendo de "hermano mayor". Eres un amor.

Cristian, qué gran oportunidad perdiste al irte a Chile (no he podido evitar dejarlo por escrito). Cada vez que hablamos, aunque sea cada seis meses, vuelvo a recordar por qué estuvimos a punto de cometer una locura. Gracias por aparecer de vez en cuando para darle sonrisas a mi vida.

Ignacio, mi amigo, el mejor amigo que pude tener en la universidad, el que me enseñó casi todo lo que sé de juegos e informática aplicada a ellos. Con quien me quedaba dormido en el sillón de su habitación mientras sonaba el "Dust in the wind", a quien acudía cuando me sentía solo o cuando no tenía otra cosa que hacer. Quien me abría las puertas de su casa sin preguntar la hora que era, quien me hacía sentir tan cómodo como era posible entre examen y examen. Cuántos grandes momentos juntos...

Manu, caramelito, tú y tu cruda aceptación de la realidad, siempre haciéndome ver el otro punto de vista para que el golpe no fuera tan duro. Pese a los desplantes y la distancia física creo que mantenemos una relación de igualdad en la que cabe desde el cotilleo más humillante, a la reflexión más elevada. Aún tienes que darme ese abrazo que me prometiste.

Susana y María, nuestras niñas de Logroño. Hacemos seguimientos mutuos de nuestas vidas de mes en mes, actualizando las noticias y poniendo en común las novedades. Son un anclaje perfecto a mi pasado. No son necesarias grandes confidencias para forjar una amistad sincera, simplemente hay que desear hacerlo y mantener esa amistad.

Inma, quién nos lo iba a decir cuando nos sentábamos juntos en clase de COU. Al tiempo coincidimos de nuevo presentados por un amigo común y fue como continuar desde entonces. Tu gran carácter me enseña que hay que tener un par para enfrentarse a la vida, venga de donde venga. No aconsejas, sueltas mazazos de sinceridad y quien pueda, que los encaje. En esta nueva época de mi vida no quisiera dejarte a un lado, porque no te lo mereces.

----------------------------------------------------------------------------------------------------

Supongo que me dejo en el tintero a un montón de gente, gente que con el tiempo se ha ido desdibujando en mi memoria pero que puntualmente fueron tan importantes en mi vida como las personas de la lista de arriba. Si alguien cree que falta algún nombre, que me lo haga saber, estaré encantado de añadirlo.

Gracias, gracias, mil gracias a todas y todos. De verdad, os quiero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias a tí, mimosón, sentimental, amigo.